En los papeles, este encuentro entre Quilmes y Boca Juniors podía ser para cualquiera. Ambos equipos habían conseguido una victoria y necesitaban ganar para volver a sumar y tomar confianza. Sin embargo, el equipo marplatense hizo valer su localía y se quedó con abultado triunfo (81-69).

El inicio del cotejo contó con un arranque impreciso del Xeneize. Pero con el correr de los minutos, la visita entró en juego y el primer cuarto fue un parejo 20-18 a favor del conjunto dirigido por Javier Bianchelli. Por el lado del Auriazul, Fotios Lampropoulos se hizo dueño de la zona pintada y anotó 13 puntos en los primeros diez minutos.

Nuevamente y como un repetición del parcial anterior, Boca comenzó perdido y Quilmes volvió a sacar ventaja en el marcador (28-18). En el segundo período, el local siguió con la misma intensidad tanto en ataque como en defensa. Es por eso que con grandes aportes de Ariel Eslava y Olumuyiwa Famutimi (ambos con 10 pts), el Tricolor sacó una máxima de 15 puntos.

Con el resultado 47-32, los comandados por Ronaldo Córdoba tuvieron la obligación de atacar con más magnitud y eficiencia a la defensa rival.  Y aunque en el tercer segmento Boca acortó distancia de la mano del base Lucas Pérez (18 pts y ocho asistencias) y dos triples de Oscar Funes (11 pts), en ningún momento pudo pasar al frente (62-53).

El arranque del  último cuarto fue lo más destacado de la visita. Ya que con un doble y falta de Pedro Calderón (7 pts),  los de la Ribera se acercaron a solamente cuatro tantos. Pero la ilusión duró poco y los de Mar del Plata, con la conducción de Luca Vildoza (13 pts) y el poderío ofensivo de Ivan Basualdo (máximo anotador con 21 pts), volvieron a sacar ventaja para sentenciar el partido y quedarse con una importante victoria por 81-69.

Con este triunfo, Quilmes consiguió su segundo festejo en el  Polideportivo Islas Malvinas y se ubicó cuarto en la Conferencia Sur. A su vez, Boca sumó su tercera derrota al hilo y no puede encontrar un nivel estable de juego.