Obras Sanitarias se recuperó en la ciudad de Mar del Plata, donde permanecerá hasta el día miércoles cuando se mida con Peñarol.

Hasta ese momento, el elenco dirigido por Nicolás Casalanguida, venía con tres derrotas y un solo festejo.  Por su parte, Quilmes volvía a casa luego de una gira con caídas en Bahía Blanca y en Junín.

Ambos clubes desarrollaron un juego muy parejo en los primeros tres cuartos. Recién en el último, la visita fue quien se manejó más cómodo y pudo mantener la diferencia en el tanteador.

El cervecero fue más en el arranque, moviendo bien la pelota y encontrando los puntos con el ex Obras, Iván Basualdo. El pívot, fue el más regular en el local consiguiendo 15 unidades y 10 rebotes. Lo malo fue que la acumulación de faltas lo alejó varios minutos del campo de juego.  

El tachero fue de menos a más, luego de irse abajo por 18 a 11 en el primero,  ya en el segundo, mejoró para que la diferencia fuera de solo dos puntos al término del primer tiempo. (39-37)

En la segunda mitad fue Obras quien supo aprovechar cada foul, cada libre y cada equivocación. Tanto Dennis Horner, figura con 17 tantos y 12 recobres, como Walter Herrmann, con 14 puntos, diez rebotes y un cien por ciento en libres (10 de 10), marcaron el rumbo del partido.

Una de las claves fue que la visita fue treinta y cinco veces a buscar los puntos a la línea, acertando en 31 ocasiones. Eso marcó el curso del juego, teniendo en cuenta que Quilmes recurrió a la línea menos de la mitad de veces que su rival. Doce aciertos en dieciséis oportunidades.

Lo peor del local se vio  en el cuarto más decisivo. La mitad del periodo sin convertir  lo privó de su tercera victoria.  Doce puntos en diez minutos, que se repartieron en dos jugadores: Eric Flor y Luca Vildoza. Este último, fue el máximo anotador con 18 unidades, que poco le sirvió, ya que la visita cerró con gran eficacia su segundo triunfo de esta temporada.