Minuto doce del segundo tiempo y el partido 5 a 0 a favor del Barcelona. Cicinho, lateral izquierdo del Santos que intenta salir jugando por abajo y en tres cuartos de campo rival, Neymar que corta línea de pase hacía adentro y roba con la derecha. Inmediatamente, el micrófono de la televisión que toma la voz de Gerardo Martino: “bien Neymar, bien”.

El brasileño, que había ingresado en ese segundo tiempo, terminó por desbordar y su centro atrás no logró hacer contacto con Messi pero la idea, con la voz delTata enfatizando lo que este nuevo viejo Barcelona, el Barcelona de Gerardo Martino, va a proponer a lo largo de la temporada.

Goleo al Santos de Brasil en el Camp Nou 8 a 0 y se quedó con el Trofeo Gamper por trigésimo sexta vez en su historia. Cuatro a cero en la primera parte, cuatro a cero en la segunda. Goles de Lionel Messi, Leo en contra, Alexis Sánchez, Pedro, Cesc (2), Adriano y el canterano Dongou.

Martino no se dejó llevar por el clima de celebración que había en los alrededores de del Camp Nou y sentó a Neymar en el banco en el inicio del partido. Se inclinó por el once habitual, o el once que más veces se paró como titular en la última temporada. Un 4-3-3 ancho en ataque y con líneas bien adelantadas en defensa. Presionando con el rival aún de espaldas y cortando línea de pase cuando se podía llevar al contrario, al sector de la cancha deseado. Éste, quizás, fue el rasgo más destacable del primer partido del entrenador rosarino en el banco de suplentes del Barça. A Víctor Váldes en el arco, se le sumaron como centrales Javier Mascherano y Gerard Pique, y como laterales Dani Alves y Jordí Alba, por derecha e izquierda respectivamente. Mitad de cancha para Sergio Busquets y sobre él volante central de la selección española, Xavi e Iniesta. Arriba estuvieron Alexis Sánchez, Lionel Messi y Pedro.

El segundo tiempo hubo cambios de apellidos pero no de sistemas. Pinto, Adriano, Montoya, Bartra, Song, Fábregas, Sergi Roberto y finalizando la ansiosa espera de todos los presentes, Neymar, ingresaron por Valdés, Alves, Piqué, Alba, Busquets, Xavi, Iniesta y Pedro.

El brasileño se paro bien abierto por la izquierda y fue siempre buscado por sus compañeros y por Lionel Messi, con el que se logro juntar en varias oportunidades, durante los quince minutos que estuvieron juntos. El diez de la Selección de Alejandro Sabella, se iría reemplazado por Dongou, autor del último gol de la noche y quién más aprovechó los desbordes del ex jugador del Santos, fue Cesc Fábregas. El volante de la selección española marcó dos goles y estrelló un tiro libre en el ángulo, por arriba de la barrera.

En el Santos, bajo de intensidad, asfixiado desde el minuto cero por un Barcelona integrado por jugadores que se juegan la titularidad -algunos más que otros, claro está-, Walter Montillo fue de lo más interesante. El ex jugador de San Lorenzo jugó inteligentemente parado entre el espacio que dejaba Dani Alves cuando subía, y las espaldas de Busquets cuando el Santos lograba romper la línea de presión. Desde ahí busco con buenos pases en profundidad a sus compañeros, que llegaban tarde o perdían los duelos contra los defensores. En la segunda parte, intentó con disparos desde afuera que obligaron a Pinto, a realizar dos buenas intervenciones.

El compromiso, la promesa de Martino

Antes de comenzar el partido y tan como estaba estipulado en el programa oficial de la noche, Gerardo Martino, micrófono en mano, se dirigió al público presente. El Tata abrio con un tímido “bona nit”, buenas noches en catalán, para continuar con sus intenciones: “Solo quería decirles de la enorme felicidad de estar aquí y trasladarle junto al grupo de jugadores y el todo cuerpo de trabajo, la satitafacción de poder forma parte de este club, y el compromiso de intentar que este año sea un campeonato de logros para la institución. Moltes grácies a tots”.