Racing supo aprovechar el parate, mejoró su juego, cambió la actitud y entró a jugar los 34 minutos que faltaban con mucha presión, la cual sirvió para darle vuelta el encuentro a un Boca que estuvo dormido y nunca supo reaccionar luego de los goles.

La Academia debía ganar sí o sí y eso Diego Cocca y sus dirigidos lo sabían. En la previa se veía difícil, ya que iban abajo en el marcador y se enfrentaban a un equipo que venía en levantaba y que además jugaba de local. A pesar de todo esto, el entrenador se tenía mucha confianza, la cual se la transmitió a los jugadores, que supieron recibirla.

Además de la actidud, en la visita se vio la presencia de Diego Milito, que volvió a jugar luego de su lesión y le aportó al equipo toda su jerarquía, esa que le faltó en las fechas anteriores.

Racing salió a comerse al local, lo empató rápido y se puso en ventaja minutos después de la igualdad, ambos goles de Gustavo Bou. Luego de dar vuelta el encuentro, Cocca durmió el partido, tiró a sus dirigidos atrás y de a poco empezó a poner defensores en lugar de delanteros para asegurarse los tres puntos.

Dio la impresión de que los jugadores de Boca entraron relajados, a jugar un partido que ya estaba ganado y ésto lo pagaron caro. No encontraron nunca los espacios y mediante pelotazos frontales intentaban igualar el cotejo. Fernando Gago se equivocó varias veces y no se hizo cargo de un equipo que nunca reaccionó y perdió tres puntos valiosos en el torneo.