Ante el compromiso más importante del semestre, uno de los partidos más esperados por las hinchadas más grandes del país. El equipo de Marcelo Gallardo supo desplegar un fútbol de alto vuelo y causaba temor en las defensas rivales, con Teo Gutiérrez como principal arma de ataque. Sin embargo, el trajín de los encuentros y las lesión de Matías Kranevitter, que volvió a entrenarse con el plantel pero sin ritmo con la pelota, le provocó un bajón en su rendimiento pero el colombiano nunca perdió con la camiseta puesta en este semestre.

River llega al duelo contra Boca después de perder con Racing en el Cilindro de Avellaneda y ceder la punta del campeonato local. Esta derrota fue la segunda del Millonario en el semestre y llegaron todas al cabo de dos semanas, signo claro del cansancio del grupo. No solo las lesiones y la suma de minutos en un plantel corto fueron los culpables de la merma, sino que las citaciones de varios jugadores a sus respectivas selecciones no le permitieron al entrenador contar siempre con su 11 ideal. Estudiantes y la Academia fueron lo únicos que batieron al club de Núñez, pero ninguno de los dos lo hicieron con el delantero colombiano en cancha.

El goleador del equipo en la segunda parte del año, de un nivel extraordinario en gran parte del tiempo y pieza clave para pelear los dos frentes, tanto Copa Sudamericana y Torneo de Transición. No solo no perdió con la Banda en el pecho sino que su equipo siempre marcó goles en el estadio Monumental. Con 10 tantos se convirtió en el máximo anotador de River en el campeonato y solo un gol en el certamen internacional, contra el Pincha de la Plata en el encuentro de vuelta de los cuartos de final. 

La carta ganadora del conjunto de Gallardo, el amigo de las redes contrarias y aquel jugador que puede cambiar el rumbo del partido en un instante. El Millonario buscará esta noche, a partir de las 20.45, recuperar la memoria frente a Boca, una situación inmejorable para un plantel con hambre de gloria. Un grupo de jugadores que cuenta con buen fútbol y con un amuleto de la suerte que llegó con aroma a café.