Ser de renombre tiene es una moneda de dos caras. Ser conocedor del club, que sabe sus debilidades, sus fortalezas y lo que se necesita es una ventaja que cualquier dirigente puede contar si quiere postularse para quedarse con el puesto de Presidente, pero que ser conocido por quienes votan puede ser una complicación, a menos que los antecedentes sean buenos; aunque para gran parte del sector xeneize, sea más de lo mismo.

El sucesor de Angelici, ese es el puesto que varios desean, pero los aficionados quieren otra cosa: el puesto de Presidente de Boca Juniors. No quieren que el que venga sea igual al anterior, quieren un cambio. Una institución ganadora que, sin embargo, hace dos años que no levanta ningún trofeo. Una institución que, desde órdenes de arriba, perdió a dos ídolos históricos como lo son Bianchi o Riquelme, y hasta piensa en mudar la Bombonera.

A fin de cuentas, el cambio podría llegar a venir y los candidatos ya empiezan su campaña para corregir el rumbo del club y ubicarlo donde verdaderamente se lo merece: en lo más alto, con el prestigio internacional que merece.

“Yo hago política por y para Boca, no necesito el apoyo de nadie”, comenzó su discurso Belardi con el canal de deportes, revalidando su apellido y su convicción, agregando que “tengo mucha fe que voy a ser el próximo Presidente de Boca”.

Uno de los temas que más preocupan a los seguidores del Xeneize, es el caso Riquelme. Un ídolo que fue echado de la institución, volvió a Argentinos Juniors para ascender y ahora está sin club y con ganas de vestir nuevamente la azul y oro. Sin embargo, quien fuese tesorero del club se arriesgó al sentenciar que “lo de Riquelme es un tema terminado”, una frase que pocos boquenses querrían escuchar, además que afirmar que “hay que ir en búsqueda de un buen reemplazante”.

Las altas y bajas que tuvo Boca en estas últimas semanas también son una preocupación constante para cualquier allegado al club. Tras una larga lista de nombres que terminaron esfumándose, con Pablo Pérez y Guillermo Sara como únicos refuerzos y las idas de Forlín e Insúa como las más resonantes, Beraldi confesó que “estoy molesto con el mercado de pases de Boca”.

“Juancito Forlín es un jugador muy difícil de reemplazar. ¿Había que poner plata? Pónganla”, se quejó el dirigente, que cree que para que el equipo vuelva a ser lo de antes, el de las mejores épocas, hay que incorporar jugadores con la extirpe xeneize, que con garra dejen todo por la camiseta: “Hay que buscar un Serna, un Bermudez”.

Para cerrar el diálogo con TyC Sports, José Beraldi sentenció: “El hincha de Boca no va al Obelisco a festejar un balance”. Ahora, el socio deberá elegir.

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Sobre el autor
Lucas Barreña
Periodista. Desde Buenos Aires, redacto en Vavel para Argentina y Latinoamérica. 19 años.