El apodo de River Plate es Millonarios, mote que se ganó tras las grandes inversones que hizo el club en 1931 y 1932, sobre todo con la compra de Bernabé Ferreyra en 35.000 pesos (uan fortuna para la época), y el delantero marcó nada menos que 43 goles en la temporada del ´32, el primer título del club en el Profesionalismo.

Durante la década del ´30 y ´40 la Banda ya empezaba a implementar su hegemonía en cuanto a títulos, pero continuaba siendo protagonista en el mercado de pases. Con la idea del entonces presidente Antonio Vespucio Liberti, se dio la impresionante inversión de un millón de pesos por el uruguayo Walter Gómez, y valió la pena.

El delantero venía de jugar en Central y Nacional (allí ganó cinco títulos) en su país de origen, para desembocar en Núñez el 28 de marzo de 1950. Se quedó en River hasta 1955, lapso en el cual jugó 140 partidos, anotó 74 goles y ganó los Campeonatos de Primera División de 1952,1953, 1955 y la Copa Ibarguren 1952.

Tras irse del Millo, jugó en Palermo (Italia), otro lapso en Nacional, Cúcuta (Colombia), Once Caldas (Colombia) y Deportivo Galicia (Venezuela), donde se retiró en 1964.

En Núñez fue ídolo, reconocido por la tribuna cada vez que aparecía en cancha y hasta tiene un récord, el de haberle marcado 4 goles a Lanús en 21 minutos.

Gómez murió en el año 2004, a los 76 años, y si bien perdió su récord de ser el extranjero más goleador en River (su compatriota Enzo Francescoli lo superó, con 136 conquistas), su impronta es eterna y comenzó un día como hoy, pero hace 65 años.

Gol de Gómez a Boca, en 1952: