En una jornada futbolera de domingo, River y Estudiantes ofrecieron un apasionante juego en el Único de La Plata. Luego de un recibimiento excepcional de los jugadores del Pincha (haciendo un pasillo y entregando una medalla a los jugadores del Millonario, debido a la obtención de la Copa Libertadores).
El encuentro comenzó con la propuesta de ambos equipos, de presionar y ser protagonistas de entrada. River, con la movilidad de Tabaré Viudez y Sebastián Driussi. Del lado del local, Gastón Fernández y Barbona se encargaban del fútbol. El trámite era disputado y no se cedían ni un metro de ventaja, golpe por golpe (con amonestados de por medio) pero en los primeros minutos no hubo acciones de peligro, más allá de la dinámica.
El conjunto de Gabriel Milito atacaba con las diagonales de Álvaro Pereira , pero fallando en la puntada final. El Millo insinuaba con los pese de Viudez y remates de Gonzalo Martínez, pero sin demasiado peligro.
A los 38´ llegó la apertura del marcador: centro perfecto de Matías Kranevitter, y Lucho González la paró de derecha en el aire y le dio de volea de zurda, al ángulo, un golazo: primer gol del Comandante desde su retorno y gran envión anímico.
River comenzó el segundo tempo llevándose por encima al rival. De hecho, antes del minuto, Lucas Alario limpió a dos, amagó a Hilario Navarro y con poco ángulo se la cedió al Pity, que absolutamente solo la mandó arriba del travesaño. Insólito gol perdido.
Pese a ello, el equipo de Gallardo era amplio dominador, jugando con criterio y en búsqueda del segundo. Sin embargo, en una jugada aislada, una triangulación en la medialuna culminó en un zurdazo de Ezequiel Cerutti, que remató y la pelota fue al ángulo de Barovero: baldazo de agua fría en el mejor momento del visitante y empate del León, a los 10 minutos del complemento.
A partir de la igualdad, el Millo perdió la brújula y echó e perder todo lo bueno que había hecho: a los 14´ Diego Abal le perdonó la vida a Jonatan Maidana (cortó una chance manifiesta de gol con falta), y el Pincha tomó las riendas del juego. Así, a los 21´, luego de un centro Sebastián Domínguez la pellizcó en el primer palo (Balanta la miraba) e infló la red para dar vuelta el resultado: 2-1.
El Muñeco intentó encontrar respuestas con los ingresos de Nicolás Bertolo y Leonardo Pisculichi, pero ninguno hizo pie. Estudiantes contrarrestaba perfectamente y anuló a River teniendo la pelota fuera del radio de Hilario Navarro, con la chance hasta de convertir un gol más.
A los 37´, en un contragolpe, Lucas Alario fue expulsado por una barrida cerca de mitad de cancha (Abal contempló la acción de Maidana que no penó como correspondía) y con 10 hombres, más allá de alguna pelota parada, prácticamente no inquietó al Pincha, que terminó cómodo el encuentro y se llevó los tres puntos.
El Millo, tras ganar la Copa Libertadores y la Suruga Bank, perdió dos partidos consecutivos (el anterior, ante San Martín de San Juan) y está a nueve puntos de los líderes, aún debiendo el postergado ante Defensa y Justicia pero lejos. El Pincha sumó y de a poco retoma el rumbo: se llevó un triunfazo de oro ante el campeón de América.