Marcelo Gallardo va recuperando soldados. Mientras continúa tarbajando al margen Leonel Vangioni, la buena noticia antes de embarcar a Ecuador a jugar la revancha de los octavos de la Copa Sudamericana es que Luis González trabajó a la par de sus compañeros.
Lucho se había desgarrado en el partido ante Boca Juniors en el Monumental, encuentro donde sustituyó a Leonardo Ponzio en el primer tiempo pero tuvo que salir en el segundo por esa molestia, que lo marginó los últimos tres partidos del Millonario, dos por el campeonato y la ida copera ante Liga de Quito.
El volante de 34 años, si bien entrenó sin molestias, no fue parte de la delegación que fue a Quito en la búsqueda de los cuartos de final del certamen copero, por lo que intentará llegar a punto para el clásico ante Independiente el domingo que viene, donde seguramente juegue un once alternativo, como ante Crucero del Norte.
El Comandante se convirtió en un jugador importante al Muñeco, desempeñándose como mediocampista central y aportando claridad y buen toque. Desde su regreso a Núñez, a mitad de año y tras su paso por el fútbol qatarí, lleva 10 encuentros disputados, con un gol (en la derrota 1-2 ante Estudiantes en La Plata, por el campeonato). Pese a su edad, demostró que sigue vigente y le es útil a las pretensiones deñ cuerpo técnico.
Para el entrenador, que regresó a la táctica con un solo cinco y un enganche, el 4-3-1-2, en primer lugar está Matías Kranevitter, seguido por Ponzio y luego por el propio Lucho, apareciendo el juvenil Guido Rodríguez como otra alternativa al puesto. Sin embargo, con lo que queda de torneo, es factible que el ex Porto y Olympique de Marsella siga sumando minutos y protagonismo en este River que tiene la mente en las Copas.