"Volvió todo a la normalidad", rezaba la camiseta de una famosa marca deportiva, que le dieron a los jugadores para festejar. Con un tanto de Fabián Monzón, Boca Juniors venció, en condición de local, a Tigre y se consagró campeón del fútbol argentino a falta de una fecha. En gran parte, esto se debe al buen desempeño del conjunto xeneize en el estadio Alberto J. Armando. Los de Rodolfo Arruabarrena ganaron una gran cantidad de puntos en condición de local y la Bombonera volvió a ser un templo de respeto.

El conjunto xeneize jugó un total de quince partidos en condición de local. En la Bombonera, Boca resultó ganador en once encuentros de esos quince, aunque recibió tres derrotas duras en su camino por el título. Sin embargo, el equipo del Vasco Arruabarrena supo recuperarse de sus tropiezos y se levantó hasta subirse a la cima del torneo y largarla hasta el final. 

De los 64 puntos que tiene hasta ahora (le resta jugar un partido en el Gigante de Arroyito ante Rosario Central), 33 los consiguió jugando en condición de local. En la Bombonera, Boca ganó once partidos en los que se destacan: el 2-0 en el Superclásico, con goles de Cristian Pavón y Pablo Pérez; el 4-0 a Newell's, con goles de Daniel Díaz, Sebastián Palacios, Jonathan Calleri y Andrés Chávez, en la primera parte del torneo.

Luego de la Copa América, ya con Carlos Tevez en el equipo, se pueden resaltar el 2-1 ante Quilmes, con un golazo de Calleri y otro de Palacios. Sin embargo, Boca sufrió tres derrotas en el Alberto J. Armando. Aunque todas dolieron mucho, la caída, por la mínima diferencia (gol de Mauro Matos), ante San Lorenzo hizo tambalear al conjunto de Arruabarrena. Pero el Xeneize se recuperó en la siguiente fecha como local, cuando recibió a Banfield y le clavó un 3-0 (Gino Peruzzi, Calleri y Tevez) que le permitió reafirmarse en la cima.

En este torneo largo, los de la Ribera solo terminaron un partido en igualdad. Nueva Chicago, con Alejandro Sánchez como figura bajo los tres palos, rescató un valioso empate sin goles de la Bombonera.

Los números del Xeneize como local, en contraste con los que hizo como visitante, son un poco mejores. Saliendo de casa, Boca obtuvo nueve victorias, dos derrotas y tres empates. Los del Vasco forjaron una buena actuación en el torneo, mostrando su fortaleza desde casa. Y, como reza la canción... Desde La Boca salió el nuevo campeón.