El ídolo del Porto llegó a Núñez sorpresivamente y lo primero que hizo fue admitir que no está en su mejor momento físico. Así se notó cuando le tocó ingresar ante Tigre por la 13° Fecha, debido a la lesión de Leonardo Pisculichi a los 20’ del primer tiempo, lento y muy falto de fútbol, pero de todas maneras eso cambió a medida que fue tomando rodaje y él lo expresó.

Asimismo, Lucho solamente en dos partidos pudo jugar de principio a fin, ante Nueva Chicago y Vélez. Pero tuvo ocho presencias y 447 minutos de juego, en los que fue ganándose un lugar en el equipo y, aunque se lesionó ante Boca y eso lo sacó de las canchas por casi un mes, puso en evidencia toda su experiencia. Sin dudas que cuando él está en cancha, River tiene mucha más generación de juego. Se pone el equipo al hombro, habla con el árbitro, le grita a sus compañeros, dirige… una voz de mando que hacía falta en el mediocampo.

A su vez, el volante metió un golazo ante Estudiantes de La Plata, en la derrota de la 21° fecha disputada en el Estadio Único de La Plata, después de un pase largo de Matías Kranevitter, la bajó de derecha y le pegó un zurdazo al ángulo, uno de los goles más lindos del Millonario en el certamen.

Además, se dio el gusto de marcarle de nuevo a Boca, en el Superclásico amistoso por la Copa BBVA Francés, en Córdoba, con una definición de cachetada para convertir el único gol del partido y la victoria millonaria (le había marcados dos al Xeneize en esu primera etapa, y uno jugando en Porto).

De todas maneras, el Comandante aún no es para Marcelo Gallardo el jugador indiscutido que todos quieren ver, deberá trabajar en su forma física, pero de seguro que en una pierna es mucho más que varios mediocampistas del plantel. Su clase y categoría no se negocian, es muy distinto y eso se ve reflejado cuando toma la pelota y da esos pases de primera que se ven muy poco, o se toma unos segundos con la bocha en el pie y piensa qué hará, o realiza los cambios de frente y pases en diagonal que nadie ve pero él sí.

Un hombre impredecible con mucha técnica que además de convertirse en el conductor ayuda al volante central en la marca. Cada vez es más necesario en el once inicial y una gran alternativa para el DT, gran refuerzo y puede ser mejor.