Después de muchos idas y vueltas, irregularidades en el rendimiento del equipo y los sabores amargos en el paladar del hincha pirata tras la temprana eliminación de la Copa Argentina y Sudamericana, Ricardo Zielinski se las sigue ingeniando para poder escribir más historia en el libro de proezas doradas de Belgrano. Con pilares historicos como Guillermo Farré, Juan Carlos Olave, Claudio Pérez o la irreverencia del juvenil Lucas Zelarayán, el Pirata no cumplió con las competencias en los compromisos de "ida y vuelta" pero logró escalar hasta la sexta posición en el torneo Julio Humberto Grondona y sueña con tener su lugar en la Copa Libertadores de América.
Lejos quedó ese Belgrano (y su forma de juego) del ascenso en el 2011, que le costaba hasta al equipo mas pintado, de mitad de cancha para arriba, poder marcarle un gol. Si bien, sigue siendo sólido, defensivamente hablando, ahora mira mas de cerca al arco rival. Una nueva temporada de forma consecutiva en la elite del fútbol argentino, el respeto de sus pares y la adaptación de sus jugadores son unas de las claves del éxito amasado por el Ruso.
Padeció bajas de peso (César Pereyra, Lucas Aveldaño, Lucas Pittinari, etc), pero las altas de Bolatti, Escudero, Prediger, Obolo y Estevaneux fueron algunas de las razones que tuvo para equilibrar la balanza.
También, hay que aclarar que Ricardo Zielinski está en la puerta de una nueva renovación. Armando Pérez confía en el criterio del entrenador y quiere que sea el capitán del barco por más tiempo todavía.
Si bien, el hincha y la dirigencia buscan más protagonismo, son concientes de la materia prima y de los fondos de los cuales disponen e interpretan que la continuidad es lo mas acertado para todo el pueblo celeste.
¿Podrá romper el chanchito la institución Pirata y poder escribir mas historia de la mano de este cuerpo técnico?