Ni el virus ni la lluvia ni el vuelo demorado. Nada impidió el encuentro que tuvo lugar en el estadio Presbítero Grella, de la ciudad de Paraná, entre el dueño de casa, Patronato, y River. Dos equipos bien distintos pero que llegaban al partido de ésta novena fecha con la misma campaña, con nueve unidades.
En un estadio totalmente colmado, se puso a rodar la pelota. El Patrón tenía más posesión, pero la primera jugada clara de gol fue de la visita, a través de un centro de Rodrigo Mora que Nacho Fernández no pudo capitalizar en la red, entrando solo, a los 13 minutos.
Un penal inventado abrió el partido.
El cotejo, sin dueño y con muchos idas y vueltas sin profundidad, se abrió a los 27 minutos, en una acción donde el árbitro Mauro Vigliano sancionó una supuesta mano de Eder Álvarez Balanta cuando marcaba a Iván Furios. El defensor de Patronato protestó tibiamente y Vigliano, tras dudar unos instantes, cobró la pena máxima. Lo curioso es que ningún jugador de equipo local había siquiera protestado y, de hecho, el juez de línea había sancionado córer. En medio de la confusión, el arquero y capitán de los entrerrianos, Sebastián Bértoli, fusiló a Augusto Batalla (su debut oficial) para poner el 1-0 parcial, a los 27´.
El Millonario no tardó en empardar y despertarse. Lo logró a los 34´, por medio de un tiro de esquina que ejecutó Andrés D´Alessandro que observó a Mora picar al primer palo y se la entregó para que La Pulga definiese de volea y establezca el 1-1 parcial. Desde entonces, el partido pasó de chato a vibrante.
El dueño de casa tuvo una chance clara para irse al descanso en ventaja, en un mano a mano de Mauricio Carrasco, pero Batalla, brillantemente, le negó el grito.
Debutó Batalla en River. Es el 12° juvenil que debuta con Gallardo en Primera División.
En el complemento, River quiso ir a buscar el segundo gol para dar vuelta la contienda, pero sin juego ni lucidez, más allá de la ganas. Gallardo sacó a D´Alessandro para poner a Leonardo Pisculichi. Y minutos después, a los 16´del complemento, la fatalidad volvió a hacerse presente en el área de River: una jugada que parecía no tener riesgo, pero que encontró a la defensa mal ubicada, en un centro que peinaron al medio del área y apareció Carrasco totalmente solo, que remató mordido y al medio, pero se le escurrió a Batalla, que no pudo evitar que la pelota traspasara la línea de gol. 2-1.
El Muñeco, desesperado, optó por Iván Alonso y Lucho González para generar juego y sumar peso ofensivo, pero fue en vano. De hecho, Patronato tuvo una ocasión para convertir un gol más, de nuevo Carrasco, aunque volvió a lucirse Batalla, que tuvo un debut agridulce.
El Patrón domina el historial: de tres partidos ante River, ganó dos.
Fue final nomás, 2-1; una victoria que aumenta la fortaleza de Patronato en su casa (hace 18 partidos que no pierde allí), y otro gran triunfo ante su gente (fechas atrás, había vencido 1-0 a Rosario Central, cortando su invicto) y la sumatoria de 12 puntos en la Zona 1, muy importantes pensando en mantener la categoría.
River sigue si hallar el rumbo y la situación preocupa cada vez más. Sólo nueve puntos cosechados de 27 en juego, cuarta derrota en nueve partidos, totalmente afuera de la lucha por el título y con la Copa Libertadores como única meta de ahora en más.