Silvio Dulcich, quien atajó el pasado lunes ante la lesión de Walter Benítez, se mostró molesto por volverse al sur con las manos vacías luego de la derrota frente a Gimnasia, ya que Quilmes jugó un partido aceptable pero perdió debido a los errores de  los primeros diez minutos de juego.

El arquero, que supo ser parte del plantel de Quilmes que logró el ascenso a Primera División en 2012, fue la figura del conjunto cervecero debido a grandes intervenciones y evitando que el resultado en contra sea más amplio, pero se manifestó con cierto enfado: "Más allá de la actuación de uno, lo importante es que nos quedamos sin nada y por eso uno se va con bronca".

"Cometimos algunos errores y ellos aprovecharon una de las jugadas de gol que generaron. En el segundo tiempo manejamos más la pelota pero no pudimos concretar", explicó el ex jugador de Aurora de Bolivia. También agregó que el equipo debe tomar como ejemplo los errores cometidos en los partidos para trabajarlos en la semana y no volverlos a cometer, además de manejar la pelota con mayor frecuencia para generar más situaciones de gol.

Asimismo, el arquero destacó la jerarquía de Gimnasia y aclaró que el equipo sabía de las complicaciones que les podía generar el conjunto dirigido por Gustavo Alfaro: "Son un equipo duro y tienen un técnico muy inteligente".

Cuando se lo consultó por la atajada más difícil del partido, recordó: "La más difícil fue la de Facundo Oreja, que pensé que no llegaba y la pude sacar con la punta del pie, y en la última, tuve la suerte de poder adivinar a dónde le iba a pegar y así evitar otro gol de ellos". Paralelamente, Dulcich se mostró contento por estar atajando y sumando minutos, tratando de realizar la mejor labor para su equipo.