Si hay algo que caracterizó a Leonardo Jara en este primer semestre en Boca fue su valiosa polifuncionalidad. Rueda de auxilio de su equipo, el defensor-volante siempre cumplió con su tarea. De 8 (su puesto natural), como lateral derecho o como volante central (sobre todo en los últimos partidos), el futbolista resultó ser uno de los mejores refuerzos del Xeneize en el último mercado de pases.

Proveniente de Estudiantes de La Plata, Jara llegó para ser una alternativa a Gino Peruzzi en el sector derecho de la defensa. Allí fue donde comenzó en sus primeros partidos. Aunque también se valoraba mucho su polifuncionalidad. Así fue cómo le fueron variando sus roles dentro del campo de juego y, a base de buenas actuaciones, también se fue ganando la confianza de sus entrenadores.

El futbolista oriundo de Corrientes comenzó como recambio en el ciclo de Rodolfo Arruabarrena y terminó siendo titular en el equipo de Guillermo Barros Schelotto. Incluso fue uno de los jugadores más valiosos en partidos importantes, como en la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Nacional de Uruguay. De sus pies nació el gran pase para asistir a Cristian Pavón, quien luego definió contra el palo derecho de Esteban Conde y desató el estallido en la Bombonera.

Además, ante las lesiones de dos número 5 de importancia dentro del plantel xeneize como Fernando Gago y Andrés Cubas, Jara se destacó siendo el volante central en los últimos encuentros. Teniendo a Cristian Erbes entre algodones, el Mellizo apostó por el ex Estudiantes para hacerse cargo de la mitad de la cancha. Y no falló. Las grandes ausencias no se hicieron notar demasiado y, así, se fue calmando el deseo (o necesidad) de salir a buscar urgente un nuevo volante central.

Ahora, con el largo receso hasta la vuelta a la competición oficial, Guillermo tiene la chance de recuperar a Cubas, uno de los caídos. Pero también sabe que con Jara en el equipo, la 5 no le queda vacante.