Volvió el fútbol, y lo único que cambió fue el color de pelo de Lionel Messi. El mejor jugador del mundo sigue cosechando títulos. Esta vez, con una particularidad que nunca se había dado. ¿Todavía le quedaba una cuenta pendiente a la Pulga? La respuesta es sí.

Pero ya no más. Lo que le faltaba era levantar un trofeo como capitán del equipo culé, y lo hizo. Si bien Leo no es el conductor del barco, la lesión de Andrés Iniesta llevó a que el argentino sea quien lleve la cinta en su brazo en el encuentro decisivo ante el Sevilla en el Camp Nou.

Fue el titulo 29 en la carrera de la Pulga.

Además, como pasa casi siempre en el universo Messi, no sólo se hizo cargo de la cinta, sino que también marcó un tanto y dio una asistencia para que el conjunto catalán cierre un global de 5-0, poniéndole fin a esta curiosidad que rodeaba al astro.

Con su look platinado en el cabello y la barba que tiene desde la Copa América Centenario, el “nuevo” Messi recibió la copa de las manos del presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) y festejó en el estadio junto a sus compañeros y los hinchas que se acercaron a alentar.

Leo nunca había sido quien reciba el trofeo porque siempre los primeros capitanes del grupo fueron Xavier Hernández, en su tiempo, y actualmente el mandamás es el también español Andrés Iniesta.

Se completa la foto que faltaba en el museo de la historia grande del equipo español: ver a su mejor jugador con la cinta y levantando la copa.