Parece mentira que con tan sólo una fecha disputada en el campeonato, y una temporada que lleva muy pocos días desde su inicio, Christian Bassedas pueda sumar tanta preocupación en su cabeza. Es que durante el período de preparación, las noticias recibidas no han sido las mejores, y en el inicio de la competencia oficial no ha obtenido resultados positivos.

Más allá de la buena pretemporada del plantel, tanto en el aspecto físico como futbolístico, el conjunto velezano recibió dos duros cachetazos en su vuelta al ruedo. Juventud Unida de Gualeguaychú lo eliminó tempranamente de la Copa Argentina, y Gimnasia le ganó en la primera fecha del torneo, jugando casi todo el cotejo con 10 hombres.

Pero la cosa no sólo viene mal desde las derrotas conseguidas, sino que el rendimiento futbolístico mostrado ha dejado mucho que desear. En el encuentro de Copa Argentina, no pudo superar desde el juego a un rival de una categoría inferior, y ante el Lobo jamás encontró reacción una vez que le convirtieron el primer gol; sumado a esto, hay que decir que generó muy pocas opciones de gol y nunca encontró sociedad en sus volantes creativos.

Para sumar preocupación al cuerpo técnico, cabe mencionar que dos de los cuatro refuerzos que arribaron a Liniers, se sumaron en última instancia a la preparación con el plantel, y que no se encuentran en el mejor estado físico. Hernán Barcos llegó con lo justo al partido del sábado, y eso se notó dentro de la cancha. Mientras que Héctor Canteros no está en su plenitud, y por eso quedó marginado del debut.

Fabián Cubero y Leandro Somoza también se suman a la enfermería velezana. Poroto está desgarrado, y estará tres semanas inactivo, mientras que el volante tiene una molestia que no lo deja entrenar con normalidad. 

El panorama parece negro por donde se lo mire. No hay dudas que la temporada es larga, y que todavía hay que darle tiempo al equipo fortinero de que se conozca y pueda moldear el fútbol que quiere su entrenador. Pero el comienzo fue completamente adverso, con derrotas inesperadas y la sensación de que en el juego aún hay muchísimo por mejorar y replantearse.