Banfield tenía todo a favor para que poder terminar festejando en una fecha especial, pero finalmente se dio un resultado que ni el más fanático del Ciclón se imaginaba. Martes 13, no te cases ni te embarques… tampoco definas la serie de visitante.

El 2-0 que había cosechado en el Florencio Sola le daba una ventaja más que considerable para que el equipo de Julio Cesar Falcioni pueda llevarse la clasificación desde el Bajo Flores y en solo 10 minutos se le volaron todos los papeles al Emperador. Si bien las ráfagas de vientos eran fuertes, en esto no tuvo nada que ver.

El reloj marcaba apenas 4’ cuando Belluschi ejecutó el córner y Matías Caruzzo apareció en el área para conectar de cabeza y empezar a cambiar la historia. Como si fuera poco, dos minutos más tarde, después de varios rebotes, la pelota le quedó a Blandi para que ponga el 2-0 y el 2-2 en el global. Toda la diferencia y la táctica que tenía el visitante de esfumaron como arte de magia.

Pero no quedó ahí, “Vamos a jugar tranquilos”, les gritaba Matheu a sus compañeros que mirabas al cielo y al piso, sin entender la situación.

A los 10’ llegó la catástrofe para el conjunto del Sur. Otra vez la misma fórmula que en el primer tanto, centro de Belluschi y, si algo más podía salir mal era esto. Grosero error del Hilario Navarro queriendo agarrar el balón y dejándola viva en frente del arco. ¿Quién estaba ahí? Nicolás Blandi. Sentenció el 3-0 y la cara de Falcioni lo decía todo. Bronca, impotencia, desolación.

Banfield después del último golpe intentó despertarse. Estrelló un tiro en el travesaño en su primera llegada y a los 25’ encontró aire en el gol de Alexis Soto, después de un derechazo cruzado que ponía al Taladro momentáneamente en la próxima instancia.

Duró poco, muy poco. A los 30’ Sudamérica se hizo presente en el Pedro Bidegain de Argentina. Es que el uruguayo clavó una chilena para darle el golpe de noc out al Taladro. Martín Cauteruccio en una pirueta que quedará en la historia marco el 4-1 con el que terminaría el partido.

Banfield no se rindió y casi consigue el objetivo, porque el defensor del Cuervo comente un infantil penal para que los verdiblanco tengan la chance de enmudecer al Gasómetro. El pelado Silva fue quien agarró la pelota. Cruzó el derechazo y Torrico, otra vez Torrico le dio ahogó el grito al Tanque.

Final 4-1 para que los Santos sigan marchando y para que Banfield quede envuelto en un mar de dudas, ya sin la Copa Sudamericana y con solo 1 punto de 6 posibles en el torneo.