Luego de lo que fue la eliminación de la Copa Argentina hace un mes y medio atrás, y de algunos resultados insatisfactorios en el Campeonato, Boca parece haber renovado los aires gracias a los tres clásicos en fila que ganó en las últimas jornadas. El equipo mostró, muchas veces, más carácter que buen juego, pero esto fue suficiente para revertir la imagen de cara al año entrante.

En primer lugar, el encuentro ante San Lorenzo de la fecha 11 fue el más cerrado de los tres. El cuadro Xeneize aprovechó las chances y se puso 2-0 arriba en menos de media hora, pero las desinteligencias en la defensa le complicaron el panorama en el cierre de la primera mitad. El desgaste físico hizo lo suyo en la segunda parte pero el equipo se mantuvo concentrado y aguantó, logrando una victoria importantísima ante un rival al que no vencía desde hacía cuatro años.

Por otra parte, Racing en la fecha 12. En la Bombonera, Boca borró a la Academia del terreno de juego y se puso 3-0 en el marcador con demasiada facilidad. Incluso la distancia pudo haber sido más abultada en caso de una mayor eficiencia en la definición. Sin embargo, Lisandro López descontó dos veces y empujó a los de Avellaneda hacia la ilusión del empate. Allí reapareció el carácter, no tanto grupal como ante el Ciclón, sino de sus figuras: Carlos Tévez y Fernando Gago. El Apache liquidó el encuentro y las tres unidades se quedaron en Brandsen 805.

Por último, el plato fuerte de lo que se lleva jugado del torneo: el Superclásico, en la fecha 13. Un partido tan emocionante como mal jugado. En lo colectivo, los de la Ribera no hicieron su mejor partido: fueron dominados en el mediocampo y la última línea estuvo muy floja. River se lo dio vuelta en pocos minutos y el paisaje lucía probabilidades de una goleada a favor del Millonario. Los de Nuñez perdonaron y los de La Boca no. Los clásicos se ganan y Tévez lo supo desde el primer momento. Brilló como aquel de la Juventus y marcó dos goles para el resurgir Xeneize y el triunfo final por 4-2.

¿Qué cambió en Boca?

El dinamismo de su juego gracias al aporte de Gago en su vuelta. Su conexión con Tévez fue clave en todos los clásicos y, además, potenció a Rodrigo Bentancur, que tuvo sus mejores actuaciones con el ‘5’ a su lado.

Otra pieza fundamental fue Walter Bou. El ex delantero de Gimnasia demostró que tiene condiciones para ser el nueve titular y marcó cuatro goles en tres partidos.

¿Qué falta cambiar?

Dejando de lado algunos malos rendimientos individuales, el estado anímico y emocional del equipo cuando recibe un gol en un momento determinado. No es una falencia reciente, sino que la arrastra desde hace varios meses.

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