Noche negra es la que vivió el hincha de Belgrano en la noche del sábado. Cuando creía que las cosas por fin estaban encontrando su rumbo, el “Gasolero” le propinó un mazazo de KO. Los Celestes dejaron pasar una gran chance ya que de ganar tenían posibilidades concretas de clasificación a una copa internacional. La caída de Belgrano se condice con la actuación de su arquero, Lucas Acosta, quien anoche vivió su peor partido bajo los tres palos. Es que, más allá de que el equipo no supo (una vez más) traducir todo lo que generó en el arco contrario, se vio siempre cuesta arriba en el marcador, aun cuando el visitante no hizo nada para lograr esa ventaja. Lo malo y lo bueno del partido lo hizo el propio Belgrano. El arquero regaló el primer gol en una salida al intentar gambetear al delantero rival; minutos después no pudo despejar bien con los puños un centro sencillo y le dejó servido el gol a Boggino. Los de Lavallén se fueron al vestuario con un 0-2 impensado en el marcador.

Acosta se lamenta luego de su grosero error.

En el segundo tiempo el “Pirata” salió como una tromba con la obligación de revertir el resultado y llegó el descuento en la primera jugada del complemento. Jorge Ortíz encontró una pelota suelta en la puerta del área y su disparo a la red desató el delirio de un estadio colmado al minuto del ST. Todo indicaba que el empate estaba al caer. Con todo el equipo lanzado al ataque, el Celeste pudo igualar el trámite en varias oportunidades, pero otra vez la falta de contundencia y la figura de Josué Ayala fueron los protagonistas de una jornada que estaba destinada al desastre.

Los minutos se consumían, el partido se jugaba en las áreas. El “Pirata” estaba decididamente volcado al ataque y se exponía a los contrataques de un Temperley que se defendió bien y cada vez que pudo salió de contra tratando de liquidar el partido. Sequeira tuvo dos veces la igualdad en sus pies pero el palo y Ayala le dijeron que no. Llegando a los 35 minutos del complemento, la visita aprovechó los espacios y Montagna puso el 1-3. Baldazo de agua fría en el Gigante de Alberdi.
Lejos de rendirse, Belgrano siguió yendo al frente y a los pocos minutos consiguió el descuento por la vía penal. Un agarrón en el área, Mastrangelo no dudó y pitó la pena máxima que Lema cambió por gol.
El último tramo del partido no fue otra cosa que los de Alberdi buscando el empate por todos los medios y Temperley replegado y listo para salir de contra. En la última del partido, Belgrano tuvo el empate en la cabeza de Lema. Un centro medido de Guidara desde la derecha y el defensor, disfrazado de nueve, cabeceó débil y la pelota fue despejada en la línea.

Final del partido, Belgrano dejó pasar una gran chance en su casa, perdió el invicto en condición de local y quedó sin chances de clasificar a la Sudamericana. El equipo fue despedido con aplausos por su gente, reconociendo la entrega y entendiendo que el partido se perdió por errores puntuales (e individuales). 

Lavallén se despidió de la manera menos pensada

Ya consumada la derrota, la prensa se dispuso a escuchar las declaraciones del DT. Todos suponían que la reunión programada para el día martes definiría el futuro del cuerpo técnico o por lo menos así lo había dado a entender Lavallén en distintas entrevistas que dio a lo largo de la semana. Sin embargo, el técnico anunció en una de sus primeras declaraciones que ya no estaba al frente del equipo, algo que fue tomado por sorpresa por todos los presentes. El entrenador alegó un malestar por la "presión" que ejercía la gente sobre el equipo y específicamente sobre su estilo de juego. "Entiendo que en el torneo que viene, por lo que se juega Belgrano, lo mejor para todos es que yo de un paso al costado." expresó un Lavallén visiblemente decaído. 

Las declaraciones no dejaron conformes ni a los hinchas ni a los propios periodistas presentes en la rueda de prensa. Los fantasmas de la salida de Méndez, su predecesor sobrevolaron nuevamente por Alberdi.

Lo cierto es que Belgrano, deberá afrontar, nuevamente, la búsqueda de un técnico que entienda lo que se jugará el equipo en la próxima temporada. Habrá que evaluar las altas y bajas de un equipo que claramente ayer perdió mucho más que un partido.