El 8 de junio de 2008, el Monumental reventaba y temblaba: River recibía en la 18° fecha del Clausura 2008 a Olimpo, y si ganaba, se iba a asegurar el campeonato, superando a Estudiantes. Dicho y hecho: victoria por 2-1 ante los bahienses, para festejar el título que ponía fin a cuatro años sin conquistas, en un ambiente de algarabía dado que pocos días antes, Boca Juniors había sido eliminado de la Copa Libertadores (olvidable para todo riverplatense, con Ramón Díaz y Andrés D'Alesssandro como verdugos) ante Fluminense. Alegría por partida doble, para cantar ¡quiero 33!, en referencia a los campeonatos de Primera División que el Millonario contaba por entonces (recordemos que recen en 2013 se oficializó la Copa de Oro 1936, que le otorgó a River su trofeo oficial 34 en el Profesionalismo).

River fue el único campeón de la historia Profesionalismo sin contar con penales a favor.

Ha pasado una década y mil sucesos turbulentos desde entonces: el inicio del fin, con las campañas 2008/09/10 que llevaron al Más Grande al abismo del descenso en 2011, el resurgir de 2012 y la racha ganadora que tuvo su elixir de gloria continental en 2014 y 2015, que hoy en día continúa en el plano de copas nacionales y superclásicos inolvidables. River ganó nueve títulos en años últimos cuatro años, porque los seis anteriores fueron terroríficos, justo después de este Clausura 2008. El equipo que comandaba Diego Simeone, siempre vestido de negro y que en su corta carrera de DT en aquellos años había sido campeón en Estudiantes. Su primera gran prueba era River, que contaba con un plantel con ídolos, como Ariel Ortega, y estrellas internacionales, incipientes en el caso del chileno Alexis Sánchez, el colombiano Falcao y la experiencia uruguaya de Sebastián Abreu. Sin embargo, la gran figura fue la joya de las inferiores, el Enano, Diego Buonanotte. Vamos a recordar qué fue de los baluartes de la consagración de hace 10 años.

Juan Pablo Carrizo: el 1 durante las 19 fechas. El arquero, que en 2006 le sacó el puesto a Germán Lux, surgido del semillero riverplatense, fue clave para el título: voz de mando, personalidad, reflejos y gran atajador de penales: fue clave en la victoria al campeón vigente Lanús, en La Fortaleza, atajándole un remate desde los 12 pasos a José Sand. Mantuvo su valla invicta en 11 de los 19 cotejos. Lamentablemente para él, primero perdió su lugar en la Selección Argentina en 2009, en la goleada sufrida ante Bolivia (1-6) y en 2011, fue la cara visible del descenso, con errores insólitos en ese Clausura 2011, y su relación con el hincha cambió radicalmente. Actualmente, se encuentra en Rayados de Monterrey (México), donde luchará nada menos que con Marcelo Barovero la titularidad. Además, en el equipo mexicano juegan Leonel Vangioni, Carlos Sánchez y Rogelio Funes Mori.

Paulo Ferrari: el lateral derecho llegó a River en 2005, tras destacarse en Rosario Central, y estuvo en Núñez hasta 2011. En el Clausura 2008, anotó un tanto, a Gimnasia de Jujuy, y fue siempre titular, hasta convertirse en un referente. Al igual que Carrizo, fue parte del plantel que se hundió en 2011. Hoy por hoy, se encuentra nuevamente en el Canalla.

Gustavo Cabral: fue el primer central titular, sin un competidor firme. Se acopló bien con Eduardo Tuzzio, y no marcó goles en la campaña del título. Fue resistido en los torneos posteriores, donde su nivel, al ritmo de River, cayó en picada. Hoy juega en Celta de Vigo, que logró la permanencia en La Liga española, y allí es uno de los pilares, con mucho gol.

Eduardo Tuzzio: un referente de River en aquel momento. Líder de la defensa, y una reivindicación personal tras el affaire con Horario Ameli que lo alejó del club en 2005. Con un gran juego aéreo, soportó los momentos de mayor presión y terminó siendo el capitán en la última fecha, ante Banfield, en los festejos del campeón. En 2014, volvió a enfrentarse a River, jugando en Ferro, por la Copa Argentina, y él mismo erró uno de los penales en la definición que terminó ganando el elenco de Gallardo, en su debut como DT de River. En el Verdolaga terminó su carrera, y hoy es Ayudante de Campo de Lucas Pusineri en Deportivo Cúcuta, de la Segunda división de Colombia.

Nicolás Sánchez: el central vino de Nueva Chicago como una promesa, y también defraudó. Cuatro partidos jugados en el campeón, aunque fue titular en el Superclásico (derrota 0-1). En 2010 se fue, y en 2014, fue verdugo de River, al ganar con Racing Club el Torneo Transición 2014. En la actualidad, es compañero de Carrizo en México: Rayados de Monterrey.

Cristian Nasuti: el zaguero central, recordado por su gol agónico a Boca en la Copa Libertadores 2004, sumó partidos en la primera parte del torneo, anotando un tanto en el triunfo bajo lluvia por 3-2 a ante San Martín de San Juan. Luego, perdió la pulseada con Tuzzio y Cabral. Duró dos años más y fue un trotamundos, pasando por Grecia, Ecuador, Colombia y a sus 35 años, es parte de Lorca FC, del ascenso español. En 2016, jugó contra River defendiendo la camiseta de Vélez Sarsfield (luego tuvo un paso fugaz en Olimpo).

Cristian Villagra: el Kity fue el lateral izquierdo del campeón. En el torneo, aportó despliegue, sacrificio, y en silencio se ganó la titularidad. Hizo un gol clave ante Colón en Santa Fe para mantener la punta del certamen en la recta final. Se marchó la temporada siguiente, y en la actualidad juega en Atlético Tucumán.

Danilo Gerlo: Paco, defensor central que se caracterizaba por su enorme hidalguía y esfuerzo, solo jugó nueve cotejos y fue suplente mayormente. Estuvo en River de 2004 a 2009, aunque en los últimos años prácticamente quedó relegado. Se retiró en 2015, en Plaza Colonia (Uruguay).

Oscar Ahumada: el volante central tuvo un antes y un después en 2008. Siempre se mantuvo como titular y tras la vergonzosa eliminación ante San Lorenzo en la Libertadores 2008, fue la figura en la recta final que llevó a River al título. Sus declaraciones polémicas, comparando con Boca ("cuando ganábamos el Superclásico 2-0 en el Clausura 2003, La Bombonera se nos venía encima") lo enemistó para siempre con el hincha de River. Se retiró en 2014 en Al Boys.

Augusto Fernández: fruto del semillero riverplatense, mediocampista con clase y llegada. Su buen pie le dio lugar en el once titular, para generar juego. Al igual que varios de esta camada, se marchó sin hacer ruido. Lo más destacado de su carrera se dio en Atlético Madrid, donde consiguió varios títulos. En 2018, fichó para Beijing Renhe, del fútbol chino.

Matías Abelairas: un caso paradigmático el de este volante, que junto a Buonanotte, fue un pilar del campeón, con gol (celebró cinco en la campaña para el título), gran pegada de tiro libre y aportes en momentos culmines, como su doblete a Gimnasia tras la eliminación copera, que dio vuelta un partido determinante para el campeonato. Luego de ese torneo, el 38 nunca más volvió a demostrar ese nivel. En 2009, perdió un gol insólito que privó a River de ganar un Superclásico, y se fue por la puerta de atrás. Su carrera entró en un ostracismo. Regresó al Monumental en 2015, jugando para Banfield, y fue silbado. En la actualidad, juega en Independiente Rivadavia de Mendoza, que milita en la B Nacional.

Ariel Ortega: el Burrito, ídolo de multitudes, había regresado en 2006 y fue el encargado de las gambetas y ovaciones en esta campaña con la que obtuvo su último título en el Club, el séptimo. Sin la velocidad ni el físico de sus etapas anteriores, el jujeño mantuvo su brillantez para clarificar las jugadas y asociarse con Buonanotte. Anotó solo un gol, a Gimnasia, y fue el capitán hasta la fecha 18, porque antes que termine el campeonato se fue por diferencias con el DT. Sus últimos años de carrera fueron en el ascenso: All Boys, Independiente Rivadavia y Defensores de Belgrano. En la actualidad, Ortega coordina el fútbol juvenil y forma parte del equipo Senior de River, desplegando magia a sus 44 años.

Rodrigo Archubi: tras ser destacarse en Lanús y ser campe{on mundial juvenil, Simeone lo llevó a River, donde no mostró casi nada de sus dotes futbolísticos, aunque marcó el gol de la victoria ante Arsenal (1-0). En 2009, fue suspendido por dar positivo en el control antidoping, siendo el segundo caso en la historia del Club, tras Centurión en 1986. En 2011, se fue de Núñez y en la actualidad juega en Sportivo Italiano, de la Primera C.

Nicolás Domingo: el volante central, que tuvo cuatro etapas en River, fue parte del plantel, aunque jugó muy poco, solo 6 partidos, eclipsado por Ahumada. Estuvo recientemente en el Millonario, pero fue resistido y actualmente es uno de los pilares de Independiente, donde consiguió la Copa Sudamericana 2017.

Diego Buonanotte: fue amo y señor del campeón. Fogueado por Passarella en 2007, con una madurez increíble, fue el encargado de generar fútbol y terminó como máximo artillero del campeón, con nueve tantos. Con gambeta, velocidad y apariciones clave (gol a Huracán para ganar cerca del final y el doblete a Olimpo la noche de la consagración), el oriundo de Teodelina tocó el cielo con las manos. Meses después, fue campeón olímpico con la Selección Argentina. No obstante, entre 2009 y 2011, su carrera entró en un pozo, debido al accidente donde murieron tres amigos suyos. El factor psicológico se apoderó de un proyecto de crack, que terminó yéndose por la puerta de atrás (y donando el 15% de su pase). Estuvo en Málaga, AEK Arenas, Quilmes (le anotó un gol a River en 2015, y no lo gritó), pero recién se pudo asentar en Universidad Católica de Chile, ganando campeonatos, siendo figura hoy y recuperando esa confianza que supo regalar hace una década.

El gol del campeonato, del pie del Enano (Foto: Olé).
El gol del campeonato, del pie del Enano (Foto: Olé).

Radamel Falcao: el artillero colombiano, quien había debutado en Primera en 2005, se sacó la espina y fue campeón, aportando seis valiosos goles. El delantero se marchó de Núñez en 2009 y luego se cansó de hacer goles en Porto y Atlético Madrid; y tuvo su momento de mayor dificultad en Manchester United y Chelsea. Hoy se encuentra en Mónaco, que le da pelea a PSG en el fútbol francés, y preparándose para disputar la Copa del Mundo de Rusia, una revancha tras perderse Brasil 2014 por lesión. Es el máximo artillero de la historia de la selección cafetera. Un ganador nato.

Sebastián Abreu: el delantero uruguayo, que en la Argentina se había lucido en San Lorenzo, solo estuvo en River en 2008. En el Clausura solo anotó dos goles (a SMSJ y Argentinos) y no mejor que entregó fue su experiencia y voz de mando. Se lo recuerda de no muy buena manera, al haber minimizado la eliminación de la Libertadores '08. Después de esa conquista, fue semifinalista del Mundial Sudáfrica 2010 y campeón de la Copa América 2011 para la Celeste, y a sus 41 años, sigue jugando profesionalmente: tiene el récord Guinnes de haber jugado en 26 equipos. Su último equipo de Audax Italiano, de Chile.

Alexis Sánchez: picante delantero chileno, que solo estuvo en River a préstamo entre 2007 y 2008. Curiosamente, no fue titular en gran parte de la campaña, aunque su aporte fue importante: facturó ante Vélez en Liniers y Colón en Santa Fe, para obtener triunfos muy importantes. River no pudo retenerlo, y el Niño Maravilla desplegó su magia en FC Barcelona, Arsenal de Londres y actualmente fichó para Manchester United a cambio de 40 millones de euros. En La Roja, obtuvo las Copa América 2015 y 2016, y disputó el Mundial de Brasil 2014.

Mauro Rosales: el delantero que supo jugar en la Selección Argentina fue una de las grandes decepciones, y casi no tuvo participación para ganar el torneo. Vino en 2007, cuando Passarella pidió que River le pida una prórroga a la FIFA para adquirirlo desde Ajax fuera del mercado de pases. No obstante, no estuvo a la altura, y en 2010 se marchó. Desde entonces, su carrera tuvo lugar en la MLS. Con 37 años, juega en Dallas FC, aunque su deseo es retirarse en la Argentina.

El Cholo vivía los partidos con intensidad (Foto: CARP).

Diego Simeone: el entrenador, en seis meses, logró lo que no pudo Passarella en dos años completos: ganar un torneo. Su River nunca brilló, pero fue sumamente efectivo en ataque y sólido en defensa, equilibrando sus talentos. Logró sacarle todo el potencial a Buonanotte. Lo que más se le reprochó fue el hecho de no considerar a un ídolo como el Burrito Ortega, que no fue considerado en la última fecha ante Banfield y se fue del club. El Cholo no duró mucho más: en el segundo semestre, dejó su cargo con River en el último lugar y eliminado de la Copa Sudamericana a manos de Chivas de México. Se potenció como DT en Atlético Madrid, club en el cual es ídolo, cortando la hegemonía Barcelona-Real Madrid al ganar La Liga 2014, y además es flamante campeón de la UEFA Europa League, trofeo que ya había conseguido con el Colchonero en 2012. En el Aleti es amo y señor; en el Millonario lo recuerdan más por su último lugar que por el título.

El único sobreviviente

El primer título de Leonardo Ponzio en River se dio en esta campaña, en la cual buena parte la jugó en el puesto de central. En total, disputó 15 de las 19 fechas, sin goles. Tras ganar el torneo, se fue a España, para regresar a Núñez en 2012 y no volver a irse.