Pasaron ya 18 años, pero la leyenda se hace cada vez más gigante. Lo que ocurrió en el Estadio Nacional de Tokio el 28 de noviembre de 2000 quedó grabado para siempre en la historia del fútbol.

Y es que aquella final de la Copa Intercontinental que Boca le ganó al Real Madrid siendo la última cita decisiva que perdió el conjunto español. Boca Juniors llegó antes a Tokio, Japón, con una descomunal cantidad de hinchas que siguieron a la escuadra ‘Xeneize’ hasta el país ‘nipón’ que organizaría la Copa del Mundo del año 2000.

El título de Boca ante el Real Madrid de los Galácticos sacudió al planeta en el 2000. Es que aquel equipo de Carlos Bianchi sorprendió a todos con dos goles de Martín Palermo en el inicio del partido (luego descontó Roberto Carlos) y con una actuación soberbia de Juan Román Riquelme, secundado por Martín Palermo y Marcelo Delgado.

Después de dudar hasta último momento, y sin Walter Samuel (el gran defensor que había ganado la Libertadores seis meses antes en el club), y con Aníbal Matellán como titular en lugar de Daniel Fagiani, Boca formó con: Óscar Córdoba; Hugo Ibarra, Bermúdez, Traverso, Matellán; Sebastián Battaglia, Mauricio Serna, José Basualdo; Juan Román Riquelme; Martín Palermo y Marcelo Delgado. En la segunda etapa entraron Guillermo Barros Schelotto y Nicolás Burdisso.

En el partido

Foto: Getty
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Ambas escuadras salieron al terreno de juego en medio de un griterío descomunal, los equipos se pusieron en el campo y el juez Óscar Ruíz dio el pitido inicial y ni bien pasó Juan Román Riquelme metió un increíble pase para que César ‘el Chelo’ Delgado ‘destroce’ toda la franja izquierda y centró para que Martín Palermo haga el primero del partido a tan solo 3 minutos de juego.

El Estadio estallaba en un rugido de euforia por parte de la fanaticada Xeneize por la victoria parcial que en aquel entonces estaba consiguiendo, pero la histórica victoria no culminó ahí ya que a los 6 minutos otra vez, Juan Román Riquelme, metió un descomunal pase largo para que el mismo Palermo haga la corrida de su vida superando a Geremi Njitap sin ningún problema y defina debajo de Iker Casillas para hacer el 2 a 0. Un verdadero sueño azul y oro.

Los rivales no sabían lo que pasaba, Boca se lo estaba ‘comiendo’ en Japón, a lo que unos minutos después ‘despertó’ el equipo ‘merengue’ y Roberto Carlos hizo el descuento con un tremendo ‘bombazo’ que no pudo atajar Óscar Córdoba en su ángulo izquierdo.

El conjunto azul y oro no se amilanó, más bien, le jugó de igual a igual a un elenco Merengue que nunca tuvo el balón, que no creó mayor situación de gol, en donde Makélélé sigue buscando a Riquelme junto con Helguera y McManaman; un Figo que no ‘brilló’, un Raúl que no supo ‘matar’, una defensa y un Iker Casillas que fueron derrotados por un ‘Titán’ que terminó coronando a un Boca Juniors que para muchos fue considerado como el mejor equipo del mundo. Un 28 de noviembre donde el grito máximo en el planeta fue un ‘Dale Boca dale Bo’.

El Titán no se “hundió”

La figura del partido como ya lo expusimos fue el argentino Martín Palermo quien convirtió los dos goles que le sirvieron para obtener la copa sin requerir alargue, gracias a las asistencias de sus compatriotas Marcelo Delgado y Juan Román Riquelme, a pesar del rápido descuento que logró el brasileño Roberto Carlos por parte del equipo español.