El viejo continente se ha llevado las miradas durante mucho tiempo con sus megaestrellas y sus estadios magníficos, algunos de última tecnología. Algunos países de Sudamérica se han caracterizado por tener la etiqueta del “semillero del mundo” y que sus jugadores brillen en los grandes clubes. Tal fue así, que en la actualidad uno de los tridentes más reconocido como la MSN, hallamos un uruguayo, un brasileño y un argentino.

Pero en este último período, el continente asiático desvió el foco de todas las miradas, precisamente: el fútbol chino. Una liga que comenzó a tener preponderancia con los fichajes millonarios que han realizado varios clubes. Una liga con una billetera recargada de millones de dólares. Una liga que se atrevió a retar a las grandes potencias europeas no solamente para quitarles a sus mejores jugadores, sino a pagarles un salario mucho más superior.

En este listado de grandes jugadores que encontraremos más abajo, gran parte son argentinos y brasileños. Sin embargo, esto no comenzó hace dos semanas. Los grandes traspasos ya se preveían a principio de año cuando dicha liga asiática desembolsó aproximadamente 175 millones de dólares para reforzarse. Entre varias incorporaciones, se destacaron los arribos de Ezequiel Lavezzi (17 U$$ anuales), Jackson Martínez, Gervinho, Alex Teixeira, entre otros.

Repasando algunos traspasos más relevantes se encuentran:

Renato Augusto: El mediocampista brasileño de 28 años que tuvo un paso por el fútbol alemán y el Corinthians, luego finaliza uniéndose al BJ Guoan por un monto aproximado a 9 millones de dólares.

Ramires: Otro volante de selección. Fue titular en el Chelsea, consiguió la Champions League en 2012 y a principio de este año fue traspasado al Jiangsu Suning a cambio de 31 millones de dólares.

Paulinho: Otro futbolista del país vecino que también dejó la Premier League y a mediados del 2015 llegó al Guanhzhou Evergrande por 15 millones de dólares.

Giovanni Moreno: El colombiano dejó Racing muy joven para sumarse al Shanghai Shenhua, donde juega actualmente y será uno de los compañeros de Carlos Tevez junto a otro sudamericano como Freddy Guarín.

Hulk: El delantero brasileño que tuvo una gran tarea en Porto y Zenit, fue otro de los futbolistas que emigraron al continente asiático. En este caso, llegó en junio de 2016 fichando para el Shangai SIPG por 60 millones de dólares.

En estas semanas, los chinos continuaron rompiendo el chanchito y han realizado traspasos con algunas cifras que derivan en récords. Carlos Tevez, figura de Boca Juniors, fue traspasado al Shangai Shenhua pero lo que llama la atención no es el valor del pase, sino el contrato que tiene el Apache ya que cobrará la gigantesca suma de 39.652.200 millones de dólares, siendo así el jugador mejor pago en el mundo superando a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Óscar, volante brasileño de 25 años, se transformó en otra compra impresionante. El Shangai SIPG pagó 60 millones de euros al Chelsea inglés para llevarse al jugador de los Blues y tendrá un salario anual de 24 millones de euros.

Pero esta novela no tendrá fin según algunos indicios. Los clubes chinos seguirán apostando a grandes figuras y en los próximos mercados de pases arribarán seguramente más jugadores de élite a esta Superliga. Uno de los tantos que recibió una oferta descomunal fue el portugués Cristiano Ronaldo, quien aparentemente uno de los clubes estaría dispuesto a desembolsar 300 millones de euros por su pase más 100 millones de contrato.

Aunque la respuesta del luso sea negativa, estas instituciones con millones por gastar van a la caza de otros astros. Por ejemplo, el Tianjin Songjiang que tiene a Fabio Cannavaro como entrenador estaría dispuesto a pagar 50 millones de euros por el uruguayo Edinson Cavani, actual delantero de PSG, y el Guangzhou Evergrande, quien ya se ha llevado algún que otro crack en un mercado de pases anterior, propuso una compra de 50 millones de euros por Cesc Fábregas.

En fín, estos numerosos traspasos con varios ceros parecen ser el comienzo de una nueva era. Un mercado de pases que llegó a fusionarse con los magnates chinos y no se sabe hasta donde llegarán. Una liga que parece no tener techo con los contratos que vuelan por los aires, los millones de dólares que marcaron un boom en esta edad contemporánea y grandes corporaciones que compran clubes. Un proyecto que cada vez se hace más tangible: convertirse en una potencia futbolística. Cada vez se hace más visible. Un fenómeno que parece no tener fin.