En su paso por Boca, Andrés Chávez pareció ser dos jugadores completamente distintos. En su primer año en el club, allá por el año 2014, fue una de las figuras del equipo. Con su ataque y velocidad aportó goles y muchas ocasiones tanto en el campeonato local como en la Copa Sudamericana. Con el Vasco Arruabarrena como DT, continuó demostrando su juego que hizo en Banfield, donde sus buenas actuaciones hicieron que Boca se interesara en él.
Los años siguientes no fueron tan buenos. Su nivel cayó notablemente, y atacantes como Cristian Pavón y Sebastián Palacios lo reemplazaron. Al perder la titularidad, perdió también ritmo, lo que produjo un bajo nivel en sus actuaciones cuando entraba al campo desde el banco de los suplentes. Este bajo rendimiento hizo que se marche a préstamo al club paulista, donde jugó hasta la actualidad.
Luego de este paso por el fútbol de Brasil, Chávez se encuentra haciendo la pretemporada con Boca Juniors en Ciudad del Este, aunque su futuro sea incierto. En este momento, la posibilidad que se quede en el club es un poco mayor a que se retire a otro equipo, pero el mercado de pases del equipo de La Ribera es un misterio, y hasta que no se firme un contrato pareciera que absolutamente todo puede pasar. La dirigencia y el cuerpo técnico se deberán sentar a hablar del asunto, ya que son los que tienen la última palabra. Si se queda, deberá olvidar su último año en Boca y concentrarse en recuperar el nivel conseguido en 2014, que ilusionó a más de un hincha.