Desborde, llegada a gol y sacrificio táctico, eran algunas de las cosas que se esperaban de Emiliano Rigoni. En Belgrano de Córdoba se acostumbró a jugar por la banda derecha. Muchos hinchas de Independiente se sorprendieron al ver que el joven de 23 años ejecutaba los tiros de esquina con ambos pies.

Además, su debut se produjo de la mejor manera: con un gol agónico para el triunfo ante su ex club. En el clásico ante Racing, debió esperar en el banco de suplentes pero cuando saltó a la cancha influyó para bien: ganó una pelota dividida, condujo hasta el área y habilitó a Leandro Fernández para el 1-0 que luego terminó 1-1.

Al margen de asistencias o no, Rigoni mostró su poder ofensivo tras ser el autor del pase previo al gol en seis oportunidades, y además se dio el lujo de ser el goleador del equipo con 4 conquistas: Belgrano, Colón, Vélez y Quilmes fueron sus víctimas. Otro dato importante es que junto a Nicolás Tagliafico, es el único jugador que disputó los 16 partidos del Torneo.

Queda por mejorar el aspecto de ganar constancia en el juego, mejorar su desequilibrio en pocos espacios ante defensas cerradas, y también la pelota parada. Si bien maneja ambos perfiles, Independiente no ha tenido precisión por la vía aérea. Una cosa es golpear bien el balón, otra diferente, ser especialista. Lo cierto es que su rápida adaptación al equipo y a las dos bandas del ataque, es una gran noticia para Gabriel Milito.