El segundo equipo que Nacional está implementando para afrontar la Liga Águila, continúa dejando más dudas que certezas.

En los últimos partidos siempre falta algo para concretar, para mantener la solidez e incluso para sacar ventaja en cualquier condición. Lo anterior se puede atribuir muchos aspectos, futbolísticos o físicos, pero la individualidad en algunos y colectividad en este grupo alterno, no parecen lucir con el correr de los partidos, lo que supondría un mayor entendimiento y rendimiento.

Hoy, el rival tampoco se la puso fácil a Nacional. El equipo que orienta Jaime De la Pava sabe muy bien como complicar a equipos como el 'verdolaga'.  Desde el inicio armó un bloque con doble línea de cuatro, un volante enlace que era Jown Cardona y un delantero en solitario que fue David Castañeda. En el primer tiempo eso le bastó para sacar el arco en 0, aunque el local por momentos supo arrimarse y exigir a la posterior figura, Pablo Mina.

El arranque de Nacional no fue malo, de hecho rápidamente sacó a relucir su sapiencia para leer los momentos del juego, la amplitud del campo y sus sociedades cortas con Rescaldani y Borja sirviendo de enlaces y pivoteando hacia Arley e Ibargüen. Sin embargo, el que mejor cara y forma mostro fue Matheus Uribe, sumándose a la colectividad del equipo, yendo a la zona del balón para influir en la circulación con su lectura de juego, e incluso para rematar de larga distancia exigiendo al arquero rival.

Lo mostrado en la segundo tiempo varió en ambos elencos, Cortuluá entregó el partido completamente a su versión defensiva, mientras Nacional salió a buscarlo, pero esta vez con más ganas que orden e inteligencia, error que costó muy caro cuando el equipo rojo del valle se adelantó en el marcador con una jugada fortuita.

Desde ese momento las variables en Nacional se desnaturalizaron, todo el ataque se cargó hacia la parte derecha con Gilberto Alcatraz García y Matheus Uribe, quienes de a poco fueron formando sociedad y centrando para que Rescaldani o Arley capitalizaran alguna opción, hasta que finalmente el empate llegó por esa vía a solo 20 minutos del final.

Nacional no jugó bien lo que resto de partido, las variantes equilibraron la balanza en cuanto a la distribución del juego, pero la imagen del equipo siguió siendo insípida y carente de ideas.

Solo un poco del atrevimiento que ahora todos extrañan de Andrés Ibargüen, pareció cambiar la historia al final, pero Cortuluá se abroqueló totalmente y no dejó forma de penetrar y llegar a posición de remate o asociación.

Simplemente el segundo equipo de Atlético Nacional sigue dejando deuda futbolística y de resultados; no es un equipo que muestre proceso, sino altibajos en su rendimiento. 

Todos saben que el trabajo se hace, pero por alguna extraña razón en la cancha este equipo no se encuentra y mientras se acomoda, brinda facilidades que cuestan caro de loca o visitante.

Teniendo en cuenta lo que se viene para el 'verdolaga' en un par de meses, es necesario que la mayoría intente hacer algo más en los partidos, que se atrevan y demuestren por qué razón están en el Campeón del continente.