Desde muy niño, para este jugador oriundo del Oriente Antioqueño su pasión es Atlético Nacional. Comenzó a jugar a los 8 años, luego fue perfeccionando su técnica hasta que ingresó a las categorías inferiores del equipo 'verdolaga' donde es el enganche del equipo sub 15. 

El venezolano Alejandro Guerra es el ejemplo a seguir de David Hernández, sus características es ser rápido, solidario y con dos años en el equipo, pasó de ser un 'gordito', a ser un jugador con buena talla y agilidad para conducir el equipo. 

Su padre, Luis Carlos Hernández, lo motiva a ser un profesional en su pasión, pero también lo orienta a ser responsable, por eso, tan pronto termina su semana escolar y disputa los partidos de la Liga Antioqueña, el domingo se pone el delantal y comienza a ser el 'enganche' entre la cocina y las mesas. "Es un gran compromiso, un sueño para salir adelante", expresó el '10' verde. 

David llevó a su equipo al tercer lugar en la Copa Ciudad de Cali 2017. 

David piensa que es importante ser responsable y poder ayudarle a la familia con su negocio. Él piensa en grande, sueña con jugar en Argentina, un país que curiosamente es distinguido por la buena parrilla, algo que saben muy bien en Toritos, el restaurante de los Hernández. "Sueño con jugar en Argentina, ojalá en algún equipo grande, podría ser River Plate", comentó. 

Sobre como llegó al equipo 'verde', Hernández cuenta que "mi papá conocía a una señora que tenía a su hijo en el DIM, me probé y no quedé, ahora me probé en Nacional y ahí quedé". 

En Nacional, a sus categorías menores a veces los llevan a compartir con el plantel profesional, en la sub 15 no los llevan mucho a Guarne pero van seguido al estadio a ver los partidos. "Espero estar algún día debutando como profesional", sostuvo David. 

Otra de las cosas importantes que este enganche lleva en su vida cotidiana, es el estudio. Algo que su familia destaca y que el club también está pendiente, "nos piden las notas del colegio, el que no vaya bien, no lo ponen a jugar", precisó Hernández quien además del fútbol, le gusta la fotografía y la música. 

Su familia, sus pasiones y su disciplina, hacen de David Hernández un jugador que no solo quiere ser grande en la cancha, sino también en su vida y demostrar que con responsabilidad, se puede llegar muy lejos.