La lluvia estuvo presente desde temprano en el municipio de Envigado, factor que influyó para que no se cumpliera el objetivo en boletería que se había propuesto para el partido. Además, el factor climático también retrasó el comienzo del juego por grandes charcos en el gramado, la tarde se le tornaba gris para un Nacional que produjo mucho fútbol con un mix entre titulares y suplentes, pero no lograría su prometido.

El árbitro dio comienzo al partido y el conjunto local se hizo con el balón, el ímpetu de los juveniles se evidenciaba en el campo de juego y rápidamente quisieron jugar en territorio del visitante. Nacional, con inteligencia, estudió al rival en los primeros minutos, supo en que momentos recuperar el balón y cuales espacios dejaban vacíos los juveniles a la hora de salir al ataque, factor que explotó Marcelo Delgado para enviar un centro perfecto a la cabeza de Gustavo Torres, quien entró solo en medio de los centrales para decretar el primer gol del compromiso.

Mientras el campo de juego se secaba a medida que los jugadores pisaban la gramilla, el equipo verde se hacía con la posición del balón. Los dirigidos por Almirón controlaron los primeros minutos de un Envigado atrevido. Además, tuvieron cabeza fría para manejar un juego con muchos obstáculos, empezando por el estado del campo y el cambio forzado de Marcelo Delgado en el primer tiempo, quien era una de las figuras del equipo hasta que estuvo en cancha.

El conjunto naranja salió con el mismo ímpetu en la segunda mitad, los dirigidos por Bedoya llegaron a portería contraria dos veces en los primeros diez minutos, cosa que no habían logrado en los 45 minutos anteriores. Nacional, otra vez de manera inteligente y debido a la madurez de sus jugadores, aguantó y controló la avalancha. Luego, los “verdolagas” empezaron a engranar de nuevo su idea de juego, con tenencia de balón fueron llevando el partido hacia terreno contrario.

El compromiso se veía dominado por Nacional, tanto que el segundo gol viene producto de una jugada colectiva donde Aldo Leao fue el hilo conductor de varias “paredes” por el centro del campo, que culminaría el mismo volante con un pase final a la red. Los “verdes” se sentían confiados y los tacos florecieron en el Polideportivo sur, las toques de primera, con un estilo lírico, eran la base de juego de un equipo que se veía engranado sin importar quien estuviera en cancha.

Sobre la hora, Envigado se encontró con una jugada elaborada por derecha, donde se produjo un centro que conectaron casi afuera del área. El rumbo del balón tuvo un desvío en la cabeza de Alexis Henríquez que produjo el primer gol de la “cantera de héroes”. Los locales solo dependían de jugadas en contraataque o algunas sociedades aisladas que facilitaba el rival por la confianza que se tenía del resultado.

Nacional jugaba bien y controlaba el partido, la confianza estaba bien fundamentada. Además, el gol del contrario había llegado por medio de una acción desafortunada, no porque estuvieran dominando el encuentro. Pero como el 2-0 es un resultado “peligroso”, en el tiempo de adición, los naranjas enviaron un centro, casi “pelotazo desesperado” al área contraria. Henríquez perdió en el salto a pesar de que el balón iba muy frontal, pelota perfecta para el rechazo de los centrales. El lateral derecho de Envigado logró bajar el balón para Wilfrido de la Rosa, quien le ganó la espalda al segundo central y puso el 2 por 2.

La confianza, en un momento bien fundamentada por el funcionamiento del equipo, terminó gestando el milagro. La noche se le vino abajo a un líder que necesitaba de puntos para aumentar su diferencia de cara al apretado calendario que se le viene.