Nacional llegó con cierta necesidad de conseguir la victoria, venía de empatar sus dos últimos encuentros contra Bucaramanga y Envigado. Los “verdes” sabían que, de lograr los 24 puntos en la tabla, estarían más tranquilos con vistas la próxima jornada de Copa Libertadores y posteriormente el Clásico paisa ante el Independiente Medellín.

Atlético Huila planteó desde el primer minuto un 5-3-2 en el terreno de juego, fue un equipo corto que rechazaba cualquier balón que podían recuperar. Con muy pocos circuitos de juego, el equipo visitante le apostó a que los balones rechazados les llegaran a los dos delanteros para que insinuaran algún peligro en el arco rival.

El equipo de Jorge Almirón tuvo paciencia, tanta que en el primer tiempo no remató con riesgo a la portería. Dayro Moreno debió luchar contra tres centrales que siempre llegaron con la intención de cortar el juego sin dejar voltear al delantero ni rematar a los volantes desde afuera del área. Nacional dominó en terreno contrario, los defensas se adelantaron hasta la mitad del campo y contuvieron cualquier intención del contrario para un posible contraataque.

En la segunda mitad, los locales mejoraron la movilidad en el frente de ataque posibilitando más opciones de pase claras para que del centro se abriera el balón a los costados y así abrir a un equipo que poco interés tenía por los tres puntos. Steven Lucumí fue la clave de Nacional para desequilibrar a una defensa ordenada y romper con pases al punto del penalti, donde el goleador (Dayro) puso el 1-0 definitivo.

El trámite del partido fue plano, un monólogo de Nacional con el balón, pero sin muchas sociedades que rompieran líneas. Huila manifestó siempre una actitud destructora y un plan de juego donde todos sus hombres estaban dispuestos a cortar y despejar todo peligro.