La era de Lucas Pusineri empezó con pie derecho. A pesar que el equipo que mostró carece de ideas, profundidad y orden táctico, logró ser contundente y mantener su portería a cero. Su jugador más destacado fue el juvenil Déiber Caicedo, quien, con gran habilidad, se hizo a la banda y la mayor parte del peligro fue generado por él.

Durante los primeros 45’, en ambas escuadras se encontró la misma falencia: no tienen profundidad. El juego se resumió en un tránsito de mitad de campo en el que ninguno de los dos generó ocasiones de riesgo –exceptuando el gol azucarero-. Sin embargo, al 42’ por fin la apertura de bandas le surtió efecto al Deportivo Cali cuando Déiber Caicedo envió un centro al corazón del área de los leopardos y apareció el debut soñado; el argentino Juan Ignacio Dinenno controló el balón de espaldas al arco y aprovechando sus recursos técnicos, por medio de una chilena, la esférica atravesó la línea de gol y rompió la paridad.

En el segundo tiempo, Atlético Bucaramanga empezó a hacer méritos para intentar empatar el cotejo. La posesión, el orden lo impusieron. Jugaron en campo contrario, pero el fútbol se trata de ser certero y esa es la definición de este Deportivo Cali. Un conjunto que, con limitaciones tácticas, fue contundente. También debe saberse que es el primer encuentro en la era de Lucas Pusineri. Los azucareros tuvieron dos ocasiones claras: al 50’ Déiber Caicedo volvió a ganar la línea de fondo, envió un pase al centro del área donde Nicolás Benedetti desperdició la ocasión. De la misma manera, al 54’ Caicedo anticipó un balón al borde en las 18 y no lo finalizó de la mejor manera.

Al término del partido, Christian Rivera le robó el balón al defensa central Jeison Quiñones y para intentar rehacer el error, le cometió pena máxima. El encargado de ejecutar y decretar el 2-0 fue el delantero Dinenno que tuvo un debut de ensueño. Los 90’ finalizaron, la hinchada nuevamente vibró en el Palmaseca y Déiber Caicedo, canterano de 18 años, recibió el premio de jugador del encuentro.