Paulo Autuori, quien dirige a la escuadra verde, ha tenido que pasar por diferentes obstáculos para tratar de hilar el buen juego con las victorias. Las dificultades que tuvo el club para contratar y el jugar rápidamente la fase preliminar de la Copa Libertadores, hizo que el estratega brasilero tuviera que pensar en resultados antes que en el juego.

La eliminación tempranera de Nacional en la Copa Libertadores le ha permitido al técnico tener más sesiones de entrenamiento y así engranar las piezas de un conjunto que necesita estar en los primeros lugares de la tabla, pero sin descuidar el ADN del club. Los jugadores jóvenes tienen un gran margen de crecimiento, pero necesitan de un buen tiempo para engranar en un equipo, mientras que los jugadores de experiencia se adaptan fácilmente por su recorrido; Esto hace que el armar un equipo competitivo y con idea de juego sea un reto grande para el entrenador.

Nacional ya tiene definida una posición inicial en la cancha, el 4-2-3-1 es el elegido por Autuori para disputar los partidos. Por las características de los jugadores, esta ubicación en el campo le permite al conjunto verde salir con pelota dominada desde su portería, al contar con Rovira Y Gómez, dos hombres dúctiles con el balón. Además, Nacional viene trabajando las transiciones rápidas y el juego vertical, el cual puede sostener al posicionar 4 jugadores en ataque, dos extremos, un mediocampista ofensivo y un nueve, todos estos acompañados de Gómez, quien siempre busca rematar de media distancia.

Esta idea de juego se viene plasmando en los partidos desde el clásico con Millonarios en Bogotá, pero la pérdida de Palacios y Machado por su convocatoria a selección, evidenció la importancia que tienen estos jugadores en el estilo de juego impuesto por Autuori. Un engranaje casi listo, se vio trancado por la ausencia de estos dos laterales, por lo cual se evidenció a un Nacional desenfocado contra el Deportivo Cali, mientras que en la ciudad de Cúcuta logró revertir el marcador sin jugar bien, apostándole al amor propio.

El juego por las bandas es fundamental en el “verdolaga”, el complemento de Palacios con Candelo y Machado con Vladimir; hace que Nacional tenga amplitud de cancha, genere espacios por el medio y de esta manera cree oportunidades de gol para el delantero o los volantes que llegan al área rival. Además, los laterales de Nacional son muy importantes a la hora de defender, puesto que son quienes tienen la capacidad física para retroceder en los contraataques y compensar la lentitud de la saga central.

Carlos cuesta improvisado por derecha aun no engrana como lateral, mientras que Cristián Mafla cada vez se ve más desdibujado en el conjunto paisa. Nacional necesita el regreso de sus laterales titulares para encontrar de nuevo ese juego solvente en defensa y bondadoso en ataque que lo hizo brillar en Bogotá y en el clásico contra el Medellín, mientras tanto seguirá sufriendo por los costados en defensa y dependerá únicamente del desborde que puedan tener los extremos al momento de atacar.

Atlético Nacional se enfrenta al Deportes Tolima el próximo miércoles 27 de marzo en Ibagué, el conjunto verde deberá preocuparse por solventar tácticamente los costados en zona defensiva, debido al poder por dicho sector del campo del conjunto rival. Es un partido que, de ganarlo Nacional, entraría al grupo de los 8 primeros después de un largo tiempo de estar afuera.