¿Quién tiene la culpa del mal momento futbolístico en el Independiente Medellín?

Opinión. El Deportivo Independiente Medellín se encuentra hoy en la posición 15 de la Liga Aguila, con tan solo 15 puntos, casi sin opciones de avanzar a cuartos de final del campeonato y además su técnico fue despedido por la dirigencia del equipo hace una semana, pero ¿Quién es el mayor culpable?

¿Quién tiene
la culpa del mal momento futbolístico en el Independiente Medellín?
Fotografía Vavel Colombia 
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Por Andrés Felipe Mesa López

En redes se habla mucho de la situación por la que pasa el Independiente Medellín. Unos culpan al director técnico que la semana pasada salió del equipo, otros mencionan la falta de ganas que se le ve a los jugadores, y además, muchos creen que el problema viene desde la zona administrativa, pero ¿Quién es el culpable?

Empecemos por Octavio Zambrano, el cual tuvo el mando del equipo hasta hace una semana. El técnico ecuatoriano, solo cuatro meses atrás, era muy querido por la hinchada (y creo que aún con su salida, muchos aficionados siguen pensando que no debió irse) porque llegó a la final de la Liga Aguila con el Medellín el diciembre pasado, final que perdió.

El entrenador quizás debió escoger mejor (exigir más) los jugadores que llegarían a reforzar el equipo, por eso en cuanto a nómina, el poderoso se quedó corto. Por otro lado, el estratega del equipo paisa muchas veces perdió puntos, por realizar malos planteamientos, escoger mal un cambio o encerrarse demasiado, como pasó frente al Once Caldas, que, con un hombre de más y la ventaja de un gol, ingresó un volante de primera línea, en vez de buscar otro gol ingresando un volante que diera manejo al medio campo y buscara un juego más ofensivo.

Además, nunca encontró una pareja de centrales y de volantes de primera línea, que le brindara seguridad al equipo y tuviera una buena salida desde atrás, pasaron 14 fechas de liga y dos partidos de Copa Libertadores, pero Zambrano nunca dio con estos jugadores que rindieran juntos.

Sigamos con los jugadores, este punto es más complicado de analizar, quizás aquí también puede tener culpa el entrenador, si el jugador no es alineado en la posición correcta; pero la falta de actitud de muchos, el mal rendimiento de otros, los altibajos que se les ha visto a lo largo del semestre, es lo que considero, el factor que más incide en este mal momento futbolístico del Medellín.

Jugadores que el semestre pasado mostraron buen nivel, este torneo han pasado desapercibidos y con un bajo nivel, nombres como el Andrés Ricaurte, Larry Angulo, William Parra, entre otros, son algunos de esos que terminaron bien el año pasado, pero que al día hoy no han mostrado nada de ese buen nivel que mencioné anteriormente.

El tema con la parte administrativa que está en cabeza de el mayor accionista, el señor Raúl Giraldo, solo da a suposiciones, pues no se tiene claro si es el señor no hace buena inversión, o si las personas que lo rodean no hacen bien su trabajo. El señor Michael Gil (presiente del equipo) y Felipe Trujillo (gerente de desarrollo deportivo) son los que básicamente manejan lo más importante del equipo, que es la contratación y venta de jugadores, además de tener voz y voto ante la Dimayor, pero que como se vio en diciembre, no tienen nada de peso (cuando aplazaron la final frente al Junior de Barranquilla) y en enero, cuando no se vio una buena gestión en cuanto la contratación de verdaderos refuerzos para afrontar un torneo internacional.

Señalar siempre será fácil y más, si se trata de temas pasionales como el fútbol. Ya es normal, aunque no debería ser normalizado, el ver aficionados de fútbol, tratando de manera grosera y vulgar tanto a jugadores rivales, como de su propio equipo y como si lo primero no fuera lo suficientemente malo, el insultar a miembros de lo que profesan ser el equipo al que aman, ya es incoherente y desagradable.

El dictaminar quien es el culpable del mal momento, queda a elección de cada quien, pues al igual que yo, todos tenemos nuestros propios argumentos. Lo que sí es cierto, es que el poderoso necesita cuanto antes una reestructuración seria que en realidad enamore nuevamente a su fanaticada, que este semestre cumplió, contra todo pronóstico superar la cifra de 20.000 abonos.