Los dirigidos por el profesor Juan Carlos Osorio desarrollaron un partido plano y monótono con juego directo en el primer tiempo, donde siempre ganaron los defensores rivales, mientras que en la segunda mitad entraron los que “saben” y le cambiaron la cara al conjunto verde. Nacional en total tuvo 15 remates al arco frente a 3 de Junior, una parada de Cuadrado frente a 7 de Sebastián Viera, y posesión de balón del 67,5% frente a un 32,5% del visitante.

Aunque Nacional Jugó la mayor cantidad de minutos en el territorio rival, solo en dos ocasiones logró penetrar y ser eficaz a la hora de definir. La distribución táctica de Junior y la capacidad de los dos centrales en el juego aéreo lograron detener, la mayoría de veces, el ataque verdolaga. Junior, en su afán por defender el resultado, fue sancionado con 5 tarjetas amarillas, las misma del conjunto paisa, que las recibió al tratar de recuperar el balón y emprender un nuevo circuito ofensivo.

Tener el dominio de balón o rematar más veces al arco rival no significa que se va a ganar el partido, puesto que Nacional, en los últimos dos encuentros, ha dominado en ambas estadísticas y solo ha logrado un punto. La profundidad y eficacia son vitales para un equipo que desee salir campeón de cualquier liga de fútbol del mundo, por lo cual a veces, cuando hay necesidad, es mejor ganar que jugar bien, como el caso actual de Nacional, que debe ir al Metropolitano y jugarse el partido más importante del año.