Atlético Nacional siempre está contra las cuerdas cuando de decidir su futuro se trata. Puede parecer una afirmación catastrofista, pero es un hecho que, para el más grande e importante club de Colombia, es demasiado desoladora. El despido de Alejandro Restrepo la remarcó y, ahora, cuando se debe elegir un camino, vuelve a aparecer.

"Debes tener un estilo de fútbol reconocible. Tan reconocible que, incluso en un mal día, la gente sea capaz de reconocer el estilo de fútbol que queremos desarrollar", Ralf Rangnick

El famoso verdolaga 'Way' o mejor conocido como ADN verdolaga que construyeron Zubeldia, Maturana, Osorio y Rueda, y al que muchos aficionados se refieren mirando al pasado no podía ser más abstracto y banal. Es decir, el club no tiene una identidad definida. Ese es, al final, el mayor de todos sus problemas -como si sus propios dueños no fueran uno suficientemente grande-.

La identidad es el bien más precioso para conservar lo que les mueve, pero, en lo deportivo, donde todo aquello se hace posible, es lo que puede marcar la pauta para conseguir los éxitos que un gigante demanda.

El primer gran reto que deberá superar el nuevo entrenador es encontrar la forma de potenciar a una plantilla con asteriscos gigantescos y nombres, que están en una terrible condición de sub entrenamiento, también los deberá perfeccionar para implementar su modelo de juego en tiempo récord. Ya no sólo se trata de tener jugadores con severos déficits técnicos en distintos registros.

Ahora bien, analizando el perfil de los entrenadores que han sonado, podemos ver que manejan la presión tras pérdida y no será fácil imprimir esa repetición de esfuerzos con hombres de cortísima lectura y comprensión de su entorno, por ya no hablar de sus deficiencias técnicas, en especial si es necesario llevar el bloque mucho más arriba y colocar la línea defensiva a muchos más metros del arco verdolaga.

Para finalizar, un equipo que lleva cinco años en la nada táctica más absoluta, si hablamos de identidad, es el que, dados los rasgos de todas las piezas, puede fundarla muy bien, aunque sea otra parte que, como otras, recoja sus resultados hasta más adelante. La clave es el tiempo, que apremia y no abunda, aunque Atlético Nacional tiene, por fin, a un entrenador de primerísimo nivel luego de tres años de cosas muy diferentes.