En Medellín la cultura deportiva ha sido tradicional, desde pequeños, los paisas crecen con él, especialmente con el fútbol, una disciplina que fue tomando el sentido de herencia, pasión y lazos familiares. Esta ciudad crece como epicentro del deporte en el país, y así mismo, lo hacen sus espacios, su gente y los eventos relacionados a este tema.

El pasado sábado 31 de agosto, se revivió uno de los momentos favoritos de cada niño en el país: El fútbol callejero. En cada ciudad, en cada pueblo, en cada rincón colombiano se jugaba fútbol en la calle; no importaba la edad, el peso o la estatura, se usaban los tenis de colegio, incluso descalzos, las porterías se armaban con botellas, piedras, ladrillos o lo que estuviera a mano, la imaginación no tenía límites y el juego tampoco.

Este evento se vivió en el barrio Manila, el cual realizó “Manila a la Calle” un bazar construido por sus habitantes y comerciantes, allí pudimos ver 12 equipos que recordaron su época juvenil al enfrentarse en el cemento. La cancha fue delimitada por una tiza que al mejor estilo callejero denota las reglas que se crean en ese momento, 3 contra 3 durante cinco minutos y así comenzó la competencia.

Tras dos horas de juego, se tuvo un equipo ganador. Como buen juego de calle en Colombia, la ganancia más que la gaseosa al final del picao era el haber disfrutado con los amigos, con los del barrio.

El equipo ganador del torneo / Fotografía: Sebastián Areiza
El equipo ganador del torneo / Fotografía: Sebastián Areiza

Este evento se dio gracias a un nuevo lugar en la ciudad llamado Café Los Libertadores, el cual ha permitido construir el fútbol por medio de diferentes partes del deporte, esta comunidad está integrada por hinchas, periodistas, futbolistas aficionados, futbolistas profesionales, entrenadores y los mismos habitantes del área metropolitana que se dirigen a disfrutar de los diferentes espacios que les brindan para conversar y debatir sobre el deporte.

Su fundador Jaime Barrientos, junto a tres socios más, pensaron en crear un lugar donde se pueda compartir y aprender del fútbol tanto de forma académica como con la opinión y vivencia de aquellos quienes participan en las diferentes charlas organizadas en el café. Su inspiración es la misma esencia del balompié en la ciudad que tiene remembranza al Hipódromo Los Libertadores donde, como dice su insignia, rodó por primera vez el balón en Medellín.

Jaime Barrientos, Fundador y socio del Café Los Libertadores / Fotografía: Sebastián Areiza
Jaime Barrientos, Fundador y socio del Café Los Libertadores / Fotografía: Sebastián Areiza

El café tiene dos ambientes, uno en un balcón del edificio donde se encuentra ubicado y la cafetería cerrada donde se preparan las comidas y bebidas que acompañan la experiencia futbolera. Las pantallas del lugar permiten estratégicamente ver diferentes canales deportivos, lo cual asegura no perderse los eventos del momento y disfrutar de varios partidos a la vez; además, los detalles como la estantería de libros deportivos y réplicas a escala de varios estadios reconocidos mundialmente, revelan sutilmente la dedicación y pasión que tiene cada rincón.

Sin embargo, Jaime destaca que la importancia de este proyecto es que transmita que se respira fútbol y se respira deporte, por lo que el impacto en las personas de Medellín y aquellos turistas que conocen el lugar, es positivo al consolidar una comunidad que participe, aprenda y disfrute con las actividades planeadas en el lugar, como ejemplo las banquitas que tuvieron una buena respuesta de la gente y contó con personajes con la presencia de jóvenes, colaboradores del café, periodistas, habitantes del barrio y jugadores que fueron profesionales.

Los Libertadores buscan hacer magia para seguir ampliando este proyecto y llevar este tipo de propuestas a otros lugares del país en el futuro, y así continuar con la evocación hacia la tertulia que era típica en el barrio y un buen café que amenice la conversación es lo que hace de este sitio un lugar especial y que le apunta a seguir innovando, participando y creando eventos como el de Fútbol Callejero.

Café Los Libertadores / Fotografía: Sebastián Areiza
Café Los Libertadores / Fotografía: Sebastián Areiza