Indiana Pacers se impuso de manera clara a los cada vez más decepcionantes Brooklyn Nets en un partido que dominaron prácticamente desde el arranque, gracias a su buena labor defensiva, su principal arma según hablan las estadísticas, que apenas les hace encajar 89 puntos por encuentro de media. Pero a la intensidad en la defensa hay que sumar el esperpento de equipo capitaneado por Jason Kidd, capaz de cometer 18 pérdidas y permitir 12 robos de balón de los Pacers, con sus consiguientes “fast breaks points”. Asimismo, la ausencia de Brook López, baja para el resto de la temporada, ha reducido considerablemente la capacidad reboteadora de los Nets, quienes ayer capturaron once balones menos que su rival (38 rebotes de los Pacers por 27 de Brooklyn).

Tampoco estuvieron acertados los hombres importantes de Brooklyn, más allá de Joe Johnson o alguna acción aislada del otrora segundo mejor base de la NBA Deron Williams. De hecho, Paul Pierce fue expulsado después de una fragrante tipo dos sobre George Hill sin haber sumado ningún punto en quince minutos y siete tiros de por medio.

El partido comenzó de manera esperanzadora para los Nets. Pero tal y como han hecho en lo que llevamos de temporada, la intensidad y la concentración con la que salen a la pista en el primer cuarto va perdiéndose progresivamente según avanzan los minutos. El mejor ejemplo es Kevin Garnett, cuyas piernas parece que sólo responden con poco kilometraje. Deron empezó dirigiendo a los Nets a la perfección, acaparando la pelota en cada ataque y propiciando canastas en la pintura de los hombres alto de Brooklyn. 8 de los primeros 14 puntos de los Nets llegaron en la zona, con Deron a la cabeza. La pareja Teletovic-Garnett funcionaba en estos primeros compases, al igual que la defensa del ex barcelonista Alan Anderson (una de las pocas notas postivas de Brooklyn esta temporada) sobre George.

Sin embargo, bastó con el primer tiempo muerto para enterrar las buenas intenciones de Kidd y los suyos. Indiana se aplicó en defensa mediante buenas acciones de sus estandartes en estos lares, George y Roy Hibbert, lo cual les permitió remontar y sellar el cuarto con un marcador de 19 a 17. Los triples eran la asignatura pendiente con apenas uno logrado en seis intentos, pero las acciones individuales, constantes en este primer periodo, de los Pacers les valían para mantenerse cerca de su rival.

El segundo cuarto arrancaba con las segundas unidades en pista. Pierce dirigía el cotarro con Williams sentado, pero con más pena que gloria (símil que podemos aplicar a su temporada), fallando sus seis primeros lanzamientos. El homónimo del ex Celtics en el bando Pacer era Danny Granger con cuatro fallos y poca aportación al juego de su equipo. Indiana apenas sumó cuatro puntos en casi cuatro minutos, hasta la entrada de Stephenson y George. En los Nets mostraban algunas acciones interesantes Blatche y Plumlee en la zona, aunque no para desequilibrar el encuentro. El segundo cuarto tuvo un juego menos vistoso, demasiadas faltas y excesivos errores en el lanzamiento con ambos equipos rondando el 30% de acierto en tiros de campo. En los últimos compases un par de jugadas rápidas de los Pacers los colocaría ocho arriba, aunque una canasta en los últimos segundos de Blatche dejaría a Brooklyn seis abajo antes del descanso (45 a 39)

Con el tercer cuarto basta

El segundo tiempo empezó con un triple de George, lo cual sería una seña de lo que depararían los siguientes 12 minutos. Por un lado, el vendaval ofensivo de Indiana se desataría merced a sus 30 puntos, y por otro, Paul George se presentaba en el partido luego de 24 minutos de calentamiento. El parcial en los primeros instantes fue de 11 a 4, pese a que Indiana apenas se había asomado a la pintura como atestiguaban los 8 puntos logrados ahí por los 18 de Brooklyn. David West se pasó por esa parcela de la pista y una vez que se dio cuenta que Teletovic estaba un poco perdido en eso de defender, decidió volver más veces para destrozar al bosnio.

Además de West, surgieron las figuras de Lance Stephenson, un autóctono de Brooklyn con ganas de dejar huella en casa, y Paul George. Ambos anotaban con facilidad de media distancia, bien al contraataque o en posesiones más pausadas. La intensidad de ambos se incrementó y daba pie a continuas pérdidas de balón de los Nets que se transformaban en puntos fáciles para los de Frank Vogel. En uno de esos robos de los Pacers, Pierce cometió una falta fragrante II sobre Hill, poniendo fin de esta “honrosa” forma a su partido. El parcial aumentaba a 26-8 favorable a Indiana, mientras Brooklyn fallaba un tiro tras otro sin encontrar la manera de doblegar la sólida defensa de su rival.

La expulsión de Pierce permitió la entrada en cancha de Jason Terry, ausente desde el 20 de Noviembre, y cuya presencia despertó de la siesta a los neoyorkinos. Un parcial de 11-4 para los Nets cerraría el tercer periodo, pero la distancia ya era de 17 puntos para Indiana (75 a 58). Con el nivel mostrado por ambos equipos en este cuarto la remontada no sólo parecía inviable, sino imposible. Paul George cerró su mejor periodo con diez puntos y dos triples. Los Nets presentaban un paupérrimo 36% de acierto en tiros de campo a la conclusión de la tercera escena.

El último cuarto prácticamente no tendría historia. Joe Johnson y Jason Terry intentaron maquillar el marcador aprovechando la entrada de los suplentes de Indiana. Granger seguía perdido, pero Scola cerraba el rebote a la perfección, Mahinmi anotaba en un par de acciones y Stephenson proseguía castigando a la parroquia local. Las pérdidas de Brooklyn seguían siendo la nota predominante lo cual acabaría con las esperanzas hasta del más iluso. Los últimos seis minutos ya eran de la basura, con los jugadores más marginados de la rotación en pista. Stephenson y George acabaron con 26 puntos cada uno, mostrando además un excelente nivel tanto ofensivo como defensivo.