Fatídico, funesto, nefasto, aciago, fatal. Faltan sinónimos para describir la estrepitosa derrota que sufrieron Los Ángeles Clippers la pasada madrugada ante los Thunder. Los Clippers, el vecino pobre de la meca del cine, desaprovecharon una ocasión única de asestar un golpe a la eliminatoria y poner patas arriba la Conferencia Oeste. Con sólo cuatro minutos por restar en el encuentro, los angelinos dominaban por un contundente 101-88. Y además con justicia, puesto que habían sido mucho más regulares en su baloncesto que los Thunder, dependientes de la genialidad de Westbrook para mantenerse en el partido, toda vez del paupérrimo rendimiento hasta ese instante de Kevin Durant. A partir de ese momento, el parcial de los locales fue de 17 a 3, impulsados por el despertar del MVP de la temporada regular, más los inconcebibles fallos de los californianos, escenificados en un Chris Paul desconocido, que incluso perdió el balón en la última posesión, la que podría haberles dado la victoria.

A pesar del rocambolesco e inesperado final, el signo del partido fue perfecto para los Clippers, siguiendo las pautas tácticas de Doc Rivers. Los angelinos dominaron la mayor parte del encuentro gracias a la multitud de recursos que pusieron en liza. En ataque, desde el primer momento insistieron con bombardear el aro ‘thunder’ desde la línea exterior, así como por surtir de balones a Blake Griffin, por algunos momentos dictatorial en la pintura frente a Perkins, Ibaka y compañía. En defensa, sufrieron con la explosividad de Westbrook, pero a través de Matt Barnes encontraron el método para frenar a Kevin Durant, quien registraba un 3 de 18 en tiros de campo mediado el último cuarto.

"Los Clippers fueron superiores la mayor parte del partido"

El partido tuvo en sus inicios un protagonista claro, JJ Redick. Durante la temporada regular, el escolta (siempre que ha estado disponible) se caracterizó por empezar los partidos a pleno rendimiento, lo cual repercutía beneficiosamente en el juego de los Clippers. Cuando 'Yeye' Redick está en forma su equipo lo nota y se desenvuelve con mayor soltura ante el abanico de posibilidades de tiro que ofrece el escolta. En el primer cuarto sumó ocho puntos.

El arranque de los Clippers fue espectacular. En el primer periodo anotaron cuatro de sus seis intentos de triple y aprovecharon su intensidad defensiva, no sólo para dejar a Oklahoma en un triste 29% de efectividad y anular desde el principio a KD, sino también para anotar 10 puntos al contraataque. Las excesivas pérdidas fueron la tónica del primer cuarto, llegando a contabilizar cinco los Thunder y cuatro los Clippers, aunque su rival no le supo sacar el mismo provecho. Los angelinos acabaron los primeros doce minutos con 34 puntos, mientras que OKC sólo 25, 15 de ellos logrados desde la línea de personal, que pisaron en 36 ocasiones durante el encuentro. Doc Rivers interpretó que tenían que parar "por lo civil o por lo criminal" a Westbrook y Durant. Sus puntos llegarían con tiros libres o se quedarían en el camino.

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El segundo cuarto arrancó con un parcial para Oklahoma de 12-4, motivado por las pérdidas de los Clippers y por los primeros triples del choque para los Thunder, conseguidos por un aclamado Butler, Jackson y Durant (el único que anotó en sus siete primeros intentos). OKC aprovechó la presencia de la segunda unidad de los Clippers para ponerse por primera vez por delante (39-38). Collison y Crawford, principales armas desde el banco de Rivers, estuvieron extrañamente desacertados, por lo que la responsabilidad ofensiva quedó en manos de Danny Granger. El ex de Indiana demostró que todavía se le cae algún punto que otro de las manos, pues sumó siete puntos en este periodo y lideró, junto a Chris Paul, un parcial de 7-0 para los Clippers que les permitió marcharse a vestuarios con ventaja en el luminoso (58-52). Paul concluyó la primera parte con nueve tantos (todos en el segundo periodo) y Westbrook, por su parte, registraba 15 y tres asistencias en su estadística.

Despiertan Ibaka y Crawford

El inicio de la segunda parte dejó entrever que los Thunder tendrían que sobrevivir a una mala noche de Kevin Durant si querían llevarse el triunfo. Hay partidos en los que nada sale, el aro se hace demasiado pequeño y los nervios por fallar encogen las muñecas. Durant estaba en una de esas noches, en parte gracias al trabajo de un “perro de presa” como Barnes, quién además brilló con sus triples en el partido. Sin su mejor espada, todo quedaba en los otros mosqueteros, Ibaka y Westbrook, ya que ‘D’Artagnan’ Jackson estaba más perdido de lo acostumbrado. El hispano-congoleño mejoró sus prestaciones según pasaban los minutos – en la primera parte no anotó – pero Westbrook estaba ‘on fire’. Sus actuaciones nunca dejan indiferente a nadie, ya sea para lo bueno o para lo malo. Ayer tocó ver la ‘cara A’ del gran base allstar. No repitió una canasta igual en todo el encuentro. Ofreció todo un recital de entradas a canastas, lanzamientos de media y larga distancia, con su chulesco y explosivo estilo como marca de la casa.

"Blake Griffin volvió a ser víctima de faltas al límite del reglamento"

El tercer cuarto se saldó con empate a 28. No obstante, el intercambio de canastas no fue constante, sino que ambos conjuntos asestaron holgados parciales a su rival. Primero fue el turno para los Clippers, con un Blake Griffin imparable en la zona. Nadie podía detener al ala-pívot, que volvió a ser víctima de faltas al límite del reglamento. Su estado de forma en estos playoffs sigue siendo de matrícula de honor. Después de Griffin, llegó el turno de Russell Westbrook, el auténtico ‘thunder’ de OKC, quien mantuvo a los suyos en el partido liderando un parcial de 9-1 que establecía el 68 a 70 en el marcador. Cuando parecía que los locales se pondrían de nuevo por delante, Jamal Crawford, mejor sexto hombre de la Liga, hizo acto de presencia con un 3+1 y un 2+1 consecutivos.

El último periodo comenzó con 80 a 86 favorable a los Clippers. Crawford prolongó su exhibición ofensiva, haciendo gala de los múltiples recursos que guarda en su infinito arsenal de talento. Los Thunder estaban jugando con fuego. Su capacidad de sumar puntos quedaba en lo que sacara de su chistera Westbrook, puesto que Durant seguía marrando lanzamientos (3 de 17 a estas alturas). Los Clippers intensificaron su defensa, forzando a los tiradores de OKC a lanzar en los últimos segundos de posesión. Ello, unido a varias acciones de mérito seguidas de Crawford y Paul, sirvieron para alcanzar un parcial de 11-0 y dejar a los Thunder más de tres minutos sin anotar. 104 a 88 con cuatro minutos por jugarse. Todo parecía decidido.

Pero con Kevin Durant de por medio no se puede dar nada por sentado. El MVP tiró de orgullo en los últimos minutos para obrar el milagro, uno más en lo que llevamos de playoffs. Fue protagonista principal de un parcial de 17-3, con varios triples incluidos. Los Clippers se vieron avasallados por el vendaval ofensivo, “la tormenta perfecta” de los Thunder. No obstante, el protagonismo final deberá compartirlo con los árbitros, quienes concedieron a OKC una posesión decisiva tras un robo de Westbrook, con 102 a 104. La repetición dictaba que el último en tocar era Jackson, pero los árbitros le entregaron el balón a los locales entre los gritos de desaprobación de Doc Rivers. En esa posesión, Paul hizo falta a Westbrook cuando éste se disponía a lanzar un triple, dando la posibilidad al base de colocar a los Thunder por delante con sólo seis segundos por jugar. Así sucedió finalmente y todas las opciones angelinas quedaron en manos de Chris Paul, que inexplicablemente perdió la bola ante Ibaka.

Los Thunder se llevan un triunfo de manera épica, cuando nadie lo esperaba, gracias a otro milagro más de sus superestrellas. Los Clippers, superiores durante la mayor parte del encuentro, desaprovecharon una oportunidad única para estar muy cerca de la primera Final de Conferencia de su historia. Ahora toca ganar en el Staples para que el sueño siga vivo.