Con 2,13 metros de altura y una envergadura de casi 2,29, Joel Embiid es el prototipo perfecto para un pívot en la liga americana. De origen camerunés y con 20 años recién cumplidos, creció jugando a fútbol y voleiból; de hecho, no fue hasta los 17 años cuando empezó a jugar al baloncesto de manera profesional.

Biografía

Las comparaciones con Hakeem Olajuwon han ido surgiendo a lo largo de estos 3 años que ha jugado al baloncesto. Tal como éste, el fútbol fue su deporte predilecto hasta hace pocos años. La fortuna o el destino quiso que Luc Richard Mbah A Moute - nativo camerunés y en la NBA desde 2008 - estuviese en el campus de baloncesto al que fue invitado Embiid nada más que por su altura. El veterano jugador quedó maravillado con el potencial de su compatriota. Tras otra invitación a un campus de baloncesto en Johannesburgo, Mba a Moute convenció a Thomas Embiid para que dejase viajar a su retoño a EEUU para jugar al baloncesto en los institutos americanos, en sus programas de formación baloncestísticas.

Un curtido camerunés en la NBA le descubrió: Luc R. Mba A Moute

Un paso por un par de institutos en Florida fue suficiente para atraer a los ojeadores de la Universidad de Kansas. Una universidad que tiene tradición de formar a grandes pívots: Wilt Chamberlain, Danny Manning o Drew Gooden están entre sus más ilustres.

Trayectoria esta temporada

Andrew Wiggins acaparaba todos la atención mediática al inicio de la temporada 2013-14 en la Big 12 Conference y en la nación. Pero poco a poco el nombre de Joel Embiid empezó a despertar el interés de los aficionados de este deporte. Logró hacerse con el puesto de titular y en 28 partidos de la Conferencia consiguió unos promedios de 11,2 puntos y 8,2 rebotes en 23 minutos de juego. Este último dato es uno de los que resaltan sus detractores. Su habilidad para mantenerse en pista ya sea por faltas o por problemas físicos: Jabari Parker, su compañero en Kansas, Wiggins, o Marcus Smart, han jugado entre 8 y 10 minutos más por partido.

Virtudes, defectos y un gran interrogante

Sin duda el gran signo de interrogación que le hará probablemente bajar su cotización en el draft es si puede mantenerse sano. Los casos de Brandon Roy y Greg Oden todavía paran sobre las cabezas de los General Managers de las franquicias. Embiid ha sido operado recientemente de un fractura en el pie que le apartará de cuatro a seis meses de las canchas de baloncesto. Además, en su estancia en Kansas tuvo problemas de espalda que le impidieron estar en el torneo de la NCAA con los Jayhawks.

49,3% de sus canastas fueron en el poste

Embiid es un diamante en bruto, sobre todo en el aspecto de su juego ofensivo. Su potencial en este apartado es enorme. Juega de espaldas a canasta muy bien - de hecho cerca del 50% de sus canastas fueron en el poste - y esta temporada se le han visto desde ganchos hasta Dream shakes, pasando por giros. Debajo del aro ha anotado en el 71,4% de sus ocasiones; su atletismo le ayuda a atrapar alley-oops y presionar en el rebote ofensivo. Precisamente en el rebote tiene una pericia especial, considerando que lleva jugando al baloncesto desde 2011: lo cierra muy bien y su envergadura de 2,28 metros la utiliza de manera sorprendente. Corre muy bien la cancha para un jugador de 2,13 anotando canastas fáciles en transición ofensiva.

En el apartado defensivo es donde más puede mejorar. Tiene pocos fundamentos defensivos dado su corta trayectoria en este deporte. Su QI baloncestístico en defensa es pobre, aún está aprendiendo como reaccionar: le cuesta defender el pick & roll y no se caracteriza por hacer unas rotaciones defensivas correctas. También rehuye al contacto, tanto en ataque como en defensa; le falta un poco de garra en este sentido. Sin embargo, proteger el aro no ha sido problema para él esta temporada con 2,6 tapones por encuentro, debido a su gran salto y envegadura. Y es que a pesar de que todavía tiene mucho que aprender, su capacidad física le hace tener un potencial enorme en defensa también.

Joel Embiid es un jugador con un futuro fantástico si las lesiones se quedan en meros recuerdos. De hecho, antes de pasar por quirófano hace una semana, no había discusión de quien sería el pick número uno del draft de 2014. El problema es quien va a tomar el riesgo en un draft repleto de talento. Quien va a apostar por un jugador que puede estar parado hasta más allá a principios de temporada y quien sabe si más tiempo aún. Los Clippers esperaron un año por Blake Griffin y nadie se acuerda ya de ese dato. Greg Oden no tuvo el mismo porvenir.

Previsión en el draft: Elección 3-6