Durante el verano de 2014 surgió una noticia que fue una bomba en el panorama NBA y revolucionó la planificación de muchas franquicias. LeBron James salió de Miami para regresar a la que fue su casa, al equipo que le trajo a la primera línea del baloncesto de élite. Y el principio de temporada no fue para nada bueno, llegando incluso a sucederse declaraciones cruzadas y dudas en torno al entrenador, con todo tipo de rumores. Pero LeBron, jamás bajó la cabeza, sabía de que iba esto.

Ahora, llegados a este punto, a finales del mes de mayo, se podría decir incluso que LeBron James ha formado a su alrededor una fortaleza inexpugnable, con sus escuderos de primera fila a tope para la ocasión, y él en ese punto de dominancia que quizá no se le vio en temporada regular. Ha vuelto el LeBron James que marca el ritmo, el que ha sujetado la liga con mano de hierro en los últimos años, salvo en algún caso excepcional, personificado en un argentino, un francés, un señor de 39 años y un hombre siempre enfadado, con su nuevo amigo, el de las manos grandes.

Austin Carr, leyenda de los Cavaliers: "Si logra el anillo en su primer año tras regresar, quedará en el corazón de toda la gente de Cleveland por delante de cualquier otro deportista"

Por ello, estos días en medio del éxtasis lógico, LeBron ha provocado el aluvión de declaraciones poniéndolo por encima de las nubes de la historia de la NBA. Tras la vuelta a la disputa de un campeonato, desde 2007 (también fue él el jefe de ese equipo), el histórico jugador de los Cavs en la década de los 70, Austin Carr, ha comentado: "Le levantarán una estatua de bronce delante de cada edificio de Cleveland si lleva a este equipo al anillo. Si lo logra, en su primer año, justo después de regresar, quedará ya por delante de cualquier deportista local en el corazón de toda la gente de Cleveland".

David Blatt, entrenador de Cleveland Cavaliers, le felicitó tras el cuarto partido de las Finales del Este, ganado con placidez a los Hawks, por 30 puntos, para volar hasta las Finales de la NBA: "Lo que hiciste por este equipo y por esta ciudad al regresar... te lo mereces". (vine: twitter.com)

Como anuncia AS, serán sus sextas finales (cinco consecutivas como sólo han conseguido los integrantes de los Celtics de los años 60), las mismas que leyendas como Shaquille O'Neal o Michael Jordan, con mucho aún por vivir y jugar. Y es que no pueden faltar las comparaciones con la leyenda de los Bulls y de la NBA. Los últimos en sumarse han sido dos compañeros suyos. Según J.R. Smith: "Es una buena discusión pero yo creo que o es Jordan o es LeBron si se habla del mejor de siempre. Hasta hace poco ni había debate, era Michael sí o sí. Pero creo que ya hay que tener a mi chico (James) en consideración cuando se hable de esto".

Kendrick Perkins fue el otro colega de King James que opinó al respecto: "Lo único que no tiene son un par de títulos más. Ahora mismo ya se puede discutir si es el mejor jugador de la historia del baloncesto. No le quito ni un mérito a Michael Jordan pero a LeBron sólo le faltan más títulos. Un par más y ya será el mejor". Encumbrándolo el ex campeón con Boston Celtics.

Selfie de J.R. Smith en la rueda de prensa (twitter.com)

Y, por supuesto, no podrían faltar las declaraciones de LeBron James después de barrer al mejor equipo de la Conferencia Este en temporada regular. "Esta final es muy distinta a la primera vivida con Miami. Era un equipo con gran conexión, lo viví junto a mi hermano Wade, pero ésta es muy diferente". Además, luego, en el vestuario, en medio de la celebración, añadió: "Se ve en el ambiente con estos locos. Esto es lo que me lleva, me ayuda, a ser el líder de esta gente. ¡Hemos conducido a esta ciudad a las Finales de vuelta! Tenemos otra oportunidad de hacer algo especial. Este es un equipo muy joven y para ser nuestro primer año todo esto es alucinante. Vamos a disfrutar lo que nos viene por delante".