Buenas noticias desde la enfermería sevillana, Nikola Radicevic parece enfilar el buen camino y ve cada vez más cerca la luz en el final del túnel. Tras varios meses arrastrando una lesión de cadera (con cirugías incluidas), la visita al doctor Ángel Carro en Santander ha subido los ánimos en la disciplina hispalense. Un verano convulso debido a un cuadro de apendicitis, sumado a la operación del lambrum de su cadera izquierda, bajó las expectavicas cajistas, pues el joven serbio presumía ser el capitán general de la nave verdirroja en el puesto de playmaker. Tras una temporada sensacional con Luis Casimiro como entrenador y su posterior elección en el puesto 57 del draft, Radicevic vio su progresión truncada debido a la inoportuna lesión.

El médico que le realizara la intervención quirúrgica el pasado mes de octubre ha analizado el estudio radiológico del jugador concluyendo que “la evolución está siendo muy buena” una vez transcurridas siete semanas de la operación. A partir de ahí, el doctor Pérez Carro ha marcado a Radicevic un nuevo periodo en su rehabilitación. Si el base serbio sigue cubriendo etapas en el proceso de recuperación podría empezar a correr y tener contacto con pista a principios de febrero. Desde ese momento será su evolución la que marque los nuevos plazos en la rehabilitación.

El Baloncesto Sevilla marcha en la 15ª posición de la Liga Endesa, con un balance de tres victorias y seis derrotas. El puesto de base se encuentra muy mermado en la Avenida Kansas City, pues Nenad Miljenovic con apenas 22 años se encuentra en fase de aprendizaje y Jermaine Anderson aún no ha demostrado un nivel acorde a la exigencia de la competición. Nikola Radicevic extraña el poder entrenar con normalidad y poder competir con sus compañeros aunque por suerte, cada vez queda menos.