La madre de Kevin Durant dijo que estaba dolida por el tratamiento que ella y su hijo recibieron el sábado por la noche en su regreso a la ciudad donde él jugó sus primeras ocho temporadas. En una jugada se pudo ver a Wanda de pie mientras su hijo tiraba unos tiros libres y todo el estadio le abucheaba.

"Las cosas más perversas que podrías decir, ellos las dijeron sobre mi hijo esta noche, es doloroso", indicó Wanda Durant a ESPN después de la victoria del Golden State Warriors por 130-114 sobre el Oklahoma City Thunder.

"Hemos dejado nuestro corazón en este lugar, no solo él, nuestra familia, esto es básquetbol, no es si vas a llegar al cielo". Pese a esto, los aficionados congregados no dudaron en abuchearlo y recriminarle su decisión de abandonar los Oklahoma City Thunder. 

Wanda Durant se sentó en las gradas detrás del banco de los Warriors para el juego. Ella comentó que varios fans se le acercaron y le dijeron cosas obscenas sobre su hijo. "Lo llamaron una serpiente, un vendido, un mier...", recordó. "Es sólo un día triste, entiendo que lo amaban. Lo entiendo. Pero los insultos. La gente con los cupcakes en la espalda... No tenía por qué ser así".

Después del partido, ella tenía lágrimas en los ojos después de abrazar a su hijo fuera del vestuario de los Warriors. "Esta no es la primera vez que vuelvo desde que Kevin se fue", dijo. "Esta es quizás mi cuarta o quinta vez. Cada vez que he vuelto, la gente parece que tienen miedo de decirme algo agradable. La gente susurrará, 'Ahí está su madre. ¡Oooooh!'"

"Hay personas que me dicen que todavía lo aman. Pero entonces tienes a la gente que quemó su camiseta. Mi hijo puso su corazón y el alma en este lugar durante ocho años, y que se le trate así porque decidió ir a otro lugar para jugar es realmente difícil". Chris Haynes, de ESPN, informó que los Warriors colocaron seguridad adicional para Wanda Durant en el partido del sábado.