Pocas cosas le gustan más a un fan de la mejor liga de baloncesto del mundo que estas dos palabras: séptimo partido. La salsa de los Playoffs que hace que toda la comida sea mejor, el mayor condimento de esta fecha del año. Anoche los Washington Wizards y los Boston Celtics brindaron una vez más este delicioso manjar a los amantes de la pelota naranja y las ojeras por la mañana. 

El propio Isaiah Thomas fue preguntado sobre los séptimos partidos y reconoció que "es donde nacen las leyendas". Y es cierto... es el momento en el que las estrellas deben dar un paso hacia delante e imponer su ley ante semejante anarquía baloncestística. Algo que no es para nada fácil. Con esta consigna salieron los Boston Celtics y los Washington Wizards, el premio no era ni más ni menos que tener el privilegio de enfrentarse a los Cleveland Cavaliers de un tal LeBron James. Unos Cavs que llevan una semana de vacaciones y que sigue sin encontrar un rival digno en la Conferencia Este.

Buen arranque local

Lo normal en estos casos es que los locales salgan a comerse el mundo en los primeros compases del partido. La presión de la afición, los colores del público y el buen ambiente transmitido se suele traducir en buen juego. Es por eso que los Celtics salieron completamente enchufados y jugaron un primer tramo del primer cuarto de manera muy notable. Además lo hicieron sin tener que confiar en el monopolio Thomas y con varios jugadores tremendamente enchufados. 

Pese a eso, los Washington Wizards consigueron aguantar el primer empujón verde y agarra a Morris y a John Wall se mantenían en el partido. Un John Wall que intentó llevar la batuta del encuentro pero al que no le salía todo lo que intentaba. Pese a eso los Wizards estaban ahí y finalizaban el primer cuarto metidos en el marcador y con el primer ataque 'Celtic' neutralizado.

Sin embargo, la cosa no quedo aquí y es que en el segundo cuarto los Washington Wizards desplegaron su mejor juego de todo el partido. Con unos titulares de sobresaliente y un Bogdanovic dando oxígeno a la línea de tres puntos, los Washington Wizards se fueron a los vestuario mandando en el marcador. Metiendo mucha presión a unos Celtics que se durmieron a finales del segundo gajo de tiempo.

Boston Celtics cierra en el último cuarto

Sin embargo, en el segundo periodo del partido los Boston Celtics fueron tomando mayor protagonismo. Un hecho que se puede explicar de forma muy sencilla. Los Celtics llegaron más enteros. Y este es un factor muy importante puesto que los verdes se apoyaron mucho en la rotación y en un séptimo encuentro tener más piernas que el rival es algo tremendamente clave. Las aportaciones de los titulares de los Wizards bajaron continuamente y poco a poco se vio a un equipo cansado y sin ideas. Con un banquillo frío y poco participativo.

Foto: Boston Celtics
Foto: Boston Celtics

Isaiah Thomas anotó 29 puntos y repartió 12 asistencias para vencer el lunes 115-105 a los Washington Wizards en el séptimo partido de su semifinal de la Conferencia del Este. Boston avanzó a la final del Este, en la que será anfitrión de los Cleveland Cavaliers en el primer partido el miércoles. Los Celtics que estuvieron flojos en el apartado de tres puntos en la primera parte acabaron el encuentro con 11 triples y con un ocho de 13 en el segundo tiempo. Bradley Beal lideró a los Wizards con 38 puntos, 24 de los cuales en la segunda mitad. Otto Porter sumó 20 puntos, y John Wall y Markieff Morris acabaron con 18 cada uno. Pero Washington acumuló 15 pérdidas de balón, lo que derivó en 17 puntos de los Celtics tras pérdida.

El factor Olynyk 

Isaiah Thomas contaba antes del partido que los séptimos encuentros son el lugar en el que nacen las leyendas. Pues bien, ayer nació la leyenda de Olynyk. Un villano en Boston que ha sido convertido en héroe después de dinamitar el encuentro. El hombre de los bloqueos duros y del empujón de Oubre. Un canadiense de pelo largo y barba clarita que dio un paso hacia delante y lideró el banquillo de una una de las franquicias más legendarias de la NBA para meter a los Celtics en una final.

Triples y canastas de todos los colores. Una auténtica exhibición digna de una estrella. Algo ontológico que tan sólo se puede explicar en un séptimo partido. La magia de los Playoffs. Sus números: 28 minutos, (10/14 en TC), dos triples, cinco rebotes, cuatro asistencias y 26 puntos. Los Celtics ya están en la Final. Una alegría que sería doble si les cae el martes les toca el primer pick del Draft de 2017. LeBron James ya les espera con los brazos abiertos.

Foto: Boston Celtics
Foto: Boston Celtics