Iberostar Tenerife y Valencia se daban cita en esta Jornada 3 de la ACB, en el que es el partidazo de esta jornada. Dos equipos muy divertidos de ver y que siempre ofrecen espectáculo en la pista y lo dejan todo para ganar.

Los dos equipos llegan en la misma situación a este partido, con dos victorias en los dos primeros partidos y pensando en su debut esta semana en las competiciones europeas.

Iberostar Tenerife, tras un cambio de entrenador y algunos pequeños ajustes en la plantilla, presenta un equipo igual de competente o más que el del año pasado. Nenad Markovic tiene que estar muy contento con su equipo tras las dos victorias conseguidas ante el Burgos a domicilio y ante el UCAM Murcia en su Tenerife. Un equipo al que da gusto ver.

Por su parte, el Valencia Basket, se frota las manos con el equipo que han montado. Han mantenido la base del año pasado que les llevó a ganar el título de la ACB, y han mejorado su plantilla con los fichajes. Gracias a esto han empezado de manera brillante, ganando al Betis en Sevilla y al Obradoiro en la Fonteta.

Partidos de altos vuelos

Tal y como se preveía, partidazo. La primera mitad fue un constante toma y daca en el que los dos equipos competían y no perdían la cara por el partido. 

Los nuevos fichajes eran los que golpeaban primero. Por parte de los locales era Mike Tobey, ex-jugador del Valencia Basket, que ganaba la partida a Dubljevic. No le podían parar, anotaba desde fuera, desde dentro y sobre todo, hacía jugar a su equipo desde la cabecera.

Por parte de los visitantes, era Erick Green, el que ponía los puntos. El americano anotaba 10 en el primer cuarto para mantener a su equipo en distancias cortas en el marcador.

A partir de ahí los cambios tuvieron más importancia que nunca, y el Iberostar Tenerife ganó la partida al Valencia Basket en ese aspecto. Gracias a los puntos de Ferrán Bassas y a como hizo jugar a su equipo, los locales pudieron irse al descanso con una ventaja de 3 puntos, 37 - 34.

Sigue la igualdad en el marcador

Pese al empuje de ambos conjuntos, no se rompía esa igualdad en el marcador. El Valencia comenzó más enchufado en el tercer cuarto y salió de los vestuarios con más hambre que su rival dispuesto a recortar la pequeña diferencia del marcador. 

Los hombres altos seguían muy enchufados. Tibor Pleiss estaba haciendo el trabajo al que nos tenía acostumbrado Dubljevic: intimidación, puntos y rebotes.

Pequeños detalles deciden el aprtido

Como se suele decir, en estos finales tan apretados, los pequeños detalles deciden el partido. Y es que, hubo una serie de jugadas en el partido en el que el Iberostar Tenerife falló dos contraataques seguidos y Valencia anotó ocho puntos seguidos: cinco puntos de Dubljevic y tres de Sastre.

El Valencia consiguió una ventaja que nunca volvió a perder en el partido y que le valió para colocarse en la clasificación con un 3-0.