19 años y segunda temporada en ACB. Emanuel Cate es el jugador más joven de la plantilla del club sevillano. A su edad, ya es un logro ser un miembro fijo en una de las ligas más competitivas de Europa. El Real Madrid confía en su proyección y por eso cree que foguearlo en otro equipo de su misma liga puede ser positivo para su crecimiento como jugador.

Cate no es un jugador más. Proviene de un país con poca tradición en el deporte de la canasta. Su país, Rumanía, lleva sin aparecer en un torneo importante tres décadas. Nunca ha participado en un Mundial y tan solo en una ocasión en unos Juegos Olímpicos. En 2017 reaparecerá en el Eurobasket al ser uno de los cuatro anfitriones del mismo junto a Finlandia, Turquía e Israel. Quizá Cate, aún en edad para competir en categorías inferiores, pueda estar ahí para llevar a Rumanía a hacer una gran actuación en casa.

Precisamente, uno de los principales impulsos a su carrera, su fichaje por el Real Madrid, lo vivió tras destacar con la selección sub-16 rumana. Un gran Eurobasket llamó la atención de los ojeadores del club merengue, que incorporó a sus filas al entonces miembro de las categorías inferiores del Dan Daciam Bucarest, su ciudad natal y capital del país. Desde entonces, ha seguido destacando con Rumanía en los siguientes Eurobaskets.

También son destacables sus logros con el juvenil madridista, con el que logró dos campeonatos de España como juvenil. Antes de pasar a la ACB, llegó a debutar en Liga EBA con el filial blanco, con el que jugó a buen nivel durante la temporada 2014/15, con 7 puntos de media y 9 de valoración.

En verano de 2015, buscando un mayor desarrollo, fue cedido al CB Sevilla. Sin embargo, con tan solo 18 años, no gozó de la confianza de Luis Casimiro. Tan solo disputó 12 encuentros y anotó 16 puntos en toda la liga, un bagaje exiguo. Este año, el rumano quiere contar con mucho más protagonismo en la rotación bética.