Nikola Radicevic ha pasado por un lugar por el que ninguno de sus compañeros lo ha hecho: las categorías inferiores del Cajasol. Es cierto que llegó a Sevilla ya siendo sénior, pero el filial del Cajasol fue su primer equipo en categoría absoluta. El serbio, de 22 años, lleva ya cuatro años en la capital andaluza.

El base serbio nació en 1994 en Cacak y se formó en el Partizan de Belgrado de la capital de su país. Su buen rendimiento no pasó desapercibido para los ojeadores del club sevillano, que lo reclutó en el verano de 2012. Antes, además de en su club, también destacó con su selección. Durante cuatro veranos consecutivos, desde los 15 hasta los 18 años, fue llamado para competir con los combinados nacionales para menores. Destaca sobre todo su participación en el torneo Albert Schweitzer de Mannheim en el mismo verano que se marchó a Sevilla. Esta competición, considerada de manera oficiosa como el mundial sub-18, fue un trampolín para Radicevic, MVP y miembro del quinteto de ideal tras llegar a la final. En 2012 también destacó en el Eurobasket sub-18, en el que obtuvo el bronce y volvió a ser el mejor en su puesto.

Desde su incorporación al entonces llamado Cajasol tuvo una gran progresión. Tuvo un fuerte inicio con el filial de EBA en su primera temporada, con el que disputó once partidos, promediando 28 minutos de juego, 12,4 puntos por partido y 8,8 de valoración. No obstante, desde un inicio entrenó con el primer equipo dirigido por Aíto García Reneses e incluso llegó a participar en siete encuentros de ACB, la mayor parte en el inicio de temporada. Pero su llegada real al primer equipo se produjo al año siguiente, aunque sin gran protagonismo.

Su gran explosión llegó durante la temporada 2014/15, llegando a disputar más de 20 minutos por partido, con 7 puntos por partido y otros 7 de valoración. Fue uno de los baluartes de la salvación. Tanto que incluso llegó a ser drafteado por los Nuggets en el puesto 57. Sin embargo, su progresión se cortó tras una lesión de cadera que lo tuvo fuera toda una temporada, algo que se juntó con una peritonitis. El año pasado solo pudo disputar dos encuentros oficiales.

Este año quiere volver a ser importante a las órdenes de Zan Tabak. Compartirá mando de juego con Kenny Chery, un recién llegado. En los dos primeros partidos de pretemporada anotó siete puntos, con 22 minutos de juego en ambas ocasiones. Nikola quiere volver a ser protagonista esta temporada y dará lo máximo para convencer tanto a béticos como a los Nuggets de que es un valor seguro.