Movistar Estudiantes vence a Baloncesto Sevilla por 102-76 en el BarclayCard Center de Madrid en partido correspondiente a la 13ª jornada de la liga ACB 2015/16. Un triunfo en un partido de ultimátum para la plantilla colegial, que coge aire para encarar un nuevo año en el que esperan que las cosas se reconduzcan en la Liga Endesa.
Desapareció la tensión
La atmósfera era extraña. Partido de resaca de Navidad, con muchos jóvenes sin colegio en las gradas del pabellón. Mañana fría en la capital, pero corazón caliente en la pista. Se jugaba un partido decisivo en el parquet, el que podía ser el último de Ocampo si perdía Estudiantes. Un duelo por lo bajo en la víspera del Madrid-Barcelona a disputarse en el mismo escenario horas más tarde.
Pese a ese ambiente enrarecido, un buen comienzo. Pocos fallos, jugadas de bella factura y pocas interrupciones. No parecía un partido tenso, algo que se fue confirmando a lo largo del partido. Javi Salgado tomaba las riendas de su equipo como mejor sabe hacer, ejerciendo de director y jugándose algún tiro en buena posición. Era el filtrador de juego. Por parte contraria, sólo Alfonso Sánchez se mostraba en buena predisposición. Una igualada primera toma de contacto llegó al final con 20-17.
En el segundo cuarto llegaría la gran brecha. Los sevillanos comenzaban a enlazar error tras error, sin más aportación que la del combativo Sánchez, y apoyados en alguna canasta cerca del aro. Estudiantes se ponía serio en defensa, lo que les había pedido el entrenador días atrás, y secó la producción del rival. Desde la defensa, ataque. Les entraban los triples, colocándose en un 50% con siete anotados, y capturaban el doble de rebotes que los visitantes. El apagón andaluz coincidió con el buen hacer de Salgado, Rey y Hernangómez, éste último con 12 de valoración en apenas ocho minutos. 51-30 era demasiado, pero era el marcador al descanso.
Lejos de la caraja que algunos vaticinaban tras el descanso, como la bochornosa de la temporada anterior, Movistar Estudiantes no pisó el freno y enlazó otro parcial positivo ante un Sevilla que no estaba. La ventaja azul se acercaba ya más a los 30 que a los 20. Edgar Vicedo era recompensado por la parroquia colegial al ser sustituido en el que es su mejor partido en la ACB. Todo era júbilo. La tensión había desaparecido, Estudiantes estaba jugando cómodo y la afición se divertía.
El último período -además de para que algunos del Sevilla como Nachbar o Anderson maquillaran su actuación un poco- sirvió para dar minutos a Fran Guerra, poco habitual desde que llegó Rey al equipo, y a Tony Mitchell, que aún necesita adaptación y sitio para poder alcanzar el nivel que de él se espera. Casimiro también sacó a Cate y Rigo, dos de los que no suelen disputar minutos con asiduidad. No los hubo para Brandon Thomas, que está sin sitio en la rotación y esperando al desenlace de su obvia salida de la entidad madrileña. Pierre Oriola también aportó un poquito más para acabar como mejor hombre de su equipo con 15 puntos. Hubo espectáculo navideño, merecido para una afición que lo está pasando mal este año. Al final de los cuarenta minutos, 102-76.
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Estudiantes frena la sangría
3-10 para Movistar Estudiantes tras esta necesaria victoria, la primera como local y la tercera en total de la campaña. Y muy importante para la continuidad del proyecto, ya que una derrota más hubiera puesto muy difícil la continuidad del entrenador. El Estu encara así 2016 con una ilusión renovada por salir del pozo en el que sigue, ya que empata con CAI Zaragoza pero continúa en puestos de descenso. Por su parte, Baloncesto Sevilla suma 5-8 y es 13º en la tabla clasificatoria.