Lejos quedan los tiempos de Nash, Stoudamire, Marion, Barbosa -en su primera juventud- y compañía. Los Suns llevan seis años sin entrar en los Playoffs, la travesía en el desierto más larga de sus ilustres 48 años de historia. Cierto es, que se han centrado en recolectar las piezas correctas para rebotar del pozo en el que se encuentran y volver a estar entre los mejores. De hecho, en estos seis años, han tenido una temporada de casi 50 victorias, pero en una época en la que entrar a los Playoffs en el Oeste era una quimera por el nivel de equipos que había.

Final pésimo

Poco que contar del final de campaña de los Suns. Fue desastrosa. Solo ganaron nueve partidos después del All-Star, algo irrisorio, lo que los condujo al pozo de la clasificación. No consiguieron ni siquiera pelear por la postemporada. Los días finales solo sirvieron para el lucimiento de Booker y para esperar la recuperación de Bledsoe.

La joven estrella

El mejor jugador de la plantilla probablemente sea Bledsoe, por su polivalencia, la capacidad de echarse el equipo a la espalda y la determinación para ganar partidos. Pero por desgracia para él, esto es 2016, y si bien es cierto que esta temporada ha empezado desde el principio a jugarla, el jugador que más ha destacado y asombrado a todos este año ha sido Booker. Devin ‘aprovechó’ la lesión de Bledsoe en los últimos coletazos de 2015 para granjearse un puesto de titular. Fue aquí cuando mostró todo lo que tenía, y cuando se vio el potencial que atesoraba, con actuaciones de crack como contra Miami en marzo, o su reciente partido ante los Lakers, en esta temporada, rozando los 40 puntos. Una joven máquina de anotar, que con el tiempo irá puliendo sus defectos.

Me gustaría mencionar también, entre paréntesis, su actuación en el concurso de triples del pasado All-Star en Toronto. Imponiéndose en una ronda de desempate contra Redick y Harden, después de alcanzar los tres la cifra de 20 puntos en la primera ronda, y compitiendo en la final contra, nada más y nada menos, que Curry y Thompson, los dos mejores tiradores de los últimos años.

Con la nueva temporada en marcha, Bledose ha vuelto a comandar la nave y Booker aguarda con paciencia su puesto de líder de la franquicia.

Verano de refuerzos

El draft de este año estuvo marcado por las dos elecciones en el puesto de ‘4’ de la franquicia de Arizona. Ambos muy jóvenes y con un gran potencial, pero que aún no están listos para aportar como otros de sus compañeros de generación. Bender aún es un proyecto de jugador, y Chriss sí que puede empezar a aportar algo gracias al físico que atesora, pero lo seguro, es que estas elecciones están puestas con las miras en un futuro más lejano que esta temporada. En segunda ronda eligieron al base Tyler Unis, algo raro, dada la sobrepoblación de exteriores del equipo y por último, el equipo contrató a Derrick Jones Jr. después de firmar con ellos en pretemporada y hacerse un hueco en el roster final de la franquicia. Las dos grandes joyas del pasado draft, auguran un futuro prometedor a una franquicia eminentemente joven, con algunos veteranos como Chandler, Barbosa, Dudley o Tucker, pero con el grueso de la plantilla de una edad alrededor de los 24 años. Los planes del equipo pasan por escalar posiciones en los próximos años y desarrollar a sus jugadores desde ya.

Una de las plantillas más jóvenes de la liga, se ha centrado en traer veteranosEn cuanto a incorporaciones estivales: volvieron viejas glorias de la franquicia como Dudley y Barbosa, que ya coincidieron desde 2008 a 2010. Ambos llegan, sobre todo, a aportar veteranía a una de las zonas con más calidad, y juventud, de la plantilla: el exterior. Deben de ser los mentores y veteranos que guíen a Booker y lo conduzcan de forma correcta en sus primeros años en la liga.

Las bajas fueron algo más duras en la zona interior del equipo, ya que Leuer y Teletovic eran dos jugadores que aportaban, pero las elecciones del draft marcaban el camino: había que dejar espacio para el progreso de los jóvenes. También salió Ronnie Price rumbo a Oklahoma, para dar minutos de descanso a Westbrook, y Budinger, que actualmente está jugando en España, en las filas del Baskonia, esperando una nueva oportunidad en la mejor liga del mundo.

Nueva temporada, nuevos propósitos

A pesar de contar con la vuelta de Bledsoe, este año no están saliendo las cosas del todo bien y por ahora son el farolillo rojo del Oeste, empatados con los Mavs, y solo tienen mejor registro que Brooklyn y Philadelphia, lo que les proporcionará una nueva ronda alta el próximo año de seguir las cosas como están yendo. De momento, el desarrollo de sus jóvenes va por buenos cauces. Booker sigue mejorando a cada día que pasa, y Chriss ya se ha hecho con un puesto de relevancia en la rotación del equipo, mientras que Bender apenas llega a los 10 minutos por encuentro. Este año parece ser de transición también, a pesar de contar con una plantilla competitiva. Su falta de defensa, mella sus opciones de competir más los partidos, por lo que parece que aún les faltan varias campañas para ser un equipo que pueda dar guerra por entrar en los Playoffs.

El futuro

De momento, para esta temporada, hay pocas expectativas . No tiene pinta de que vayan a remontar el vuelo para meterse en los ocho primeros, incluso con lo barato que está el último puesto en el Oeste. Aunque sería una gran experiencia para que sus jóvenes pudieran ir curtiéndose, no parece que vayan a llegar a imponerse a equipos, por el momento más hechos como Sacramento o Portland, a parte de superar a otros proyectos también en desarrollo como Minnesota, Denver, Pelicans o Lakers. Aunque para el futuro pinta la cosa bien distinta. Si consiguen mantener un bloque compacto durante algunos años para crear una buena química, sus jóvenes progresan bien y Watson consigue encajar las piezas, en pocos años estarán luchando por los Playoffs, y quién sabe si por algo más.