Cuando se habla sobre Golden State Warriors, lo que se viene a la cabeza son los nombres de las grandes cuatro superestrellas del equipo, Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant y Draymond Green. Golden State ha tenido la suerte de poder juntar mucho talento en su equipo gracias a una reconstrucción que ha terminado con un anillo en 2015 y con la adición de uno de los mejores anotadores de la historia de la competición. Es muy importante poder contar en tu plantilla con cuatro ‘All-Stars’, pero en algunos casos no es suficiente. Todos esperaban que con estas bestias en la pista, en la Bahía no iban a necesitar mucho más, pero han conseguido encontrar el balance perfecto gracias a los menos habituales.

Con la llegada de Kevin Durant, muchas de las personas que antes poblaban el banquillo de los Warriors, tuvieron que hacer las maletas en busca de un destino mejor en el que poder disputar más minutos y aumentar las cifras de la cuenta bancaria. En las oficinas de Oakland, tenían como obligación encontrar al resto de jugadores que acompañaran a su quinteto letal en pista. No fue tarea fácil, pero tuvieron el ojo muy fino para conseguir añadir nuevas piezas al puzzle ya existente de la banca. Andre Iguodala y Shaun Livingston eran los principales nombres que iban a permanecer en el equipo, por lo que ya se contaba a priori con la aportación de dos veteranos que fueron clave en la consecución del anillo en 2015.

JaVale McGee, David West, Ian Clark, James Michael McAdoo, Kevon Looney, Matt Barnes llegaba a mitad de temporada y en el Draft eran Patrick McCaw y Damian Jones los que aterrizaban en la Bahía. No parece que estos hombres fuesen capaces de convertirse en una parte vital del equipo. Sin embargo, han demostrado ser un banquillo en el que poder confiar y esto se confirmó durante la ausencia de Kevin Durant cuando los pudimos observar en plena acción. 

Una de las principales sorpresas es la de Ian Clark. En su primer año como Warrior no consiguió muchos minutos, pero se puso el mono de trabajo en verano y fue añadiendo un mayor arsenal a su repertorio. Llegó a la liga conocido por su gran capacidad anotadora, pero nunca llegó a cuajar. Sin embargo, en esta segunda temporada bajo las órdenes de Steve Kerr, ha conseguido demostrar de qué pasta está hecho. Ian Clark se ha convertido en uno de los principales anotadores del banquillo de los Warriors y nos dejó a todos con la boca abierta cuando anotó 36 puntos en el AT&T de San Antonio

Andre Iguodala y Shaun Livingston nunca han bajado la guardia. Ambos igual de importantes, siempre aportando esa sabiduría del que ha estado en dos guerras mundiales. A estos dos, se añadió otro gran experimentado de la competición, David West, que ha conseguido ganarse el respeto de la afición con su juego. Durante la lesión de Kevin Durant, decidió dar un paso adelante y ha sido clave en la consecución de muchas victorias de este equipo.

Lo de JaVale McGee parecía una broma. En Oakland buscaban un decimoquinto jugador para buscar la plantilla y se decantaron por McGee. Todos conocíamos su lado oscuro debido a sus constantes apariciones en el programa humorístico ‘Shaqtin’ a Fool’. El pívot llegaba a Golden State con ganas de reivindicarse y ha conseguido hacerlo con creces. En estos Warriors era muy necesario un hombre alto con gran envergadura capaz de proteger el aro mientras que es el principal objetivo en situaciones de ‘alley-oop’

Golden State Warriors está en buenas manos cuando su segunda unidad se encuentra en la pista. Es muy necesario poder contar con un banquillo capaz de tomar el protagonismo. El segundo partido de la serie frente a Portland Trail Blazers fue buena prueba de ello y esperan que continúen los resultados.