El Fraikin Balonmano Granollers volvía tras once temporadas de ausencia a unos cuartos de final de la Copa EHF, competición que consiguió ganar de forma consecutiva entre los años 1994 y 1996. Su más inmediato escollo al título era el conjunto nórdico Bjerringbro-Silkeborg, que contaba con varios internacionales daneses en sus filas y que había caído en su última aventura en Europa, hacía ya dos años, en los octavos de final de la máxima competición continental ante el FC Barcelona. El club catalán había hecho un llamamiento masivo a la afición para apoyar a su equipo en la histórica cita, en una eliminatoria que ambos técnicos consideraban a priori igualada.

Intensidad defensiva para frenar a las torres danesas

Los dos conjuntos mostraron sus bazas en la cancha en los primeros minutos de juego: las defensas 6:0 que practicaban resultaban ser muy consistentes; y en ataque, Knudsen y Christiansen destacaban entre los daneses, mientras que entre los locales, Arnau salió especialmente enchufado. Los de Granollers tuvieron varias oportunidades para poner las primeras diferencias en el marcador, que no se llegaron a concretar, ya que sus lanzamientos se estrellaron en la madera, permitiendo que la igualdad continuara reinando en el luminoso.

Pese a ello, el cuadro vallesano acabó consiguiendo marcharse momentáneamente en el marcador gracias a dos contraataques y un lanzamiento exterior de Marc Cañellas ante los que nada pudo hacer el meta Rassmusen (9-6, minuto 18), lo que obligó al técnico visitante a solicitar tiempo muerto. El Granollers sustentaba su hegemonía en la intensidad defensiva, que impedía que los nórdicos pudiesen finalizar sus ataques; mientras que en el plano ofensivo, destacaba en el lanzamiento exterior, en el contraataque y en la conexión de la segunda línea con Pacheco.

Sin embargo, el conjunto nórdico consiguió un parcial de 2-0 al enlazar dos jugadas bien culminadas en las que los atacantes consiguieron irse de su par en el uno contra uno. Entonces fue Carlos Viver quien solicitó tiempo muerto (9-8, minuto 22), para aleccionar a sus hombres en la necesidad de lograr un mayor dinamismo en ataque, ante la defensa adelantada y anticipativa del Silkeborg.

Arnau García fue el máximo goleador del encuentro con siete tantos

En las posesiones del Silkeborg, la circulación del balón alcanzaba un ritmo vertiginoso, buscando el uno contra uno, conectar con los extremos o la posibilidad de realizar un lanzamiento exterior favorable, en los que Markussen no perdonaba, ya que contaba con un gran acierto independientemente de a la distancia a la que tomara el balón. Una detención de mérito de Almeida al lanzamiento del ex atlético, permitía al Balonmano Granollers llegar al descanso con un gol de ventaja (12-11), dejando la resolución del encuentro pendiente para la segunda parte, con el interrogante de si podría mantener la intensidad de los treinta minutos iniciales.

Una segunda mitad para enmarcar

En la reanudación, aprovechando la inferioridad numérica visitante por la exclusión de Markussen y las buenas intervenciones de Almeida, los locales consiguieron recuperar la renta de tres goles a su favor (14-11, min 33). El partido entró entonces en unos minutos de errores y numerosas pérdidas de balón por parte de los dos cuadros, ya que las potentes defensas conseguían anticiparse y cortar las transiciones en ataque.

La defensa vallesana consiguió neutralizar el potente lanzamiento exterior de Marcussen para hacerse con el partido

El Silkeborg no aprovechaba sus superioridades numéricas; el central checo Skobe llevaba la manija del juego nórdico y recurría a la conexión con los extremos, que tomaron el papel de salvavidas de su equipo al demostrar una gran efectividad en las oportunidades de las que dispusieron, aunque sus acciones eran insuficientes para reducir la renta catalana.

Nada podían hacer estos ante la meritoria actuación del cuadro barcelonés. La defensa barcelonesa era un auténtico muro, destacando dupla Álvaro Ferrer - Marc García, que además de consiguir atar en corto al pivote, no daban un respiro a la segunda línea de ataque del conjunto rival, lo que obligaba a los visitantes a jugarse sus lanzamientos en acciones individuales.

El lateral derecho Fernando Pacheco llevó a cabo una labor inconmensurable y resultó ser el principal escollo para la defensa danesa, puesto que era superada una vez tras otra por el brasileño. El brazo de Arnau y Marc Cañellas se mantuvo hercúleo en el lanzamiento exterior, a la par que sumistraban milimétricos pases al pivote donde Adrià Figueras contaba los balones recibidos por goles, mostrándose contundente ante el veterano meta Rassmusen.

En el  minuto 48, con un contraataque ejecutado con brillantez por Marc García, los locales consiguieron ponerse cinco goles arriba (22-17), su máxima renta hasta ese momento, lo que obligó al danés Peter Bredsorff-Larsen a solicitar un nuevo parón, aunque el partido estaba prácticamente sentenciado.

La fiesta local continuó, sin duda se trataba de los mejores minutos de juego de los hombres de Viver. La afición que copaba las gradas del Palau D'Esports, que mostraba "su mejor cara" en esta temporada, vibraba con la actuación de su equipo, ya que parecía que la previsión hecha en la previa por el primera línea Marc García, de que el partido había de ser una auténtica fiesta para los aficionados y el club, iba a hacerse realidad. La plantilla vallesana continuó engrosando su renta goleadora sin que las soluciones propuestas por los daneses tuvieran efecto (27-20, min 53).

La máxima renta para los locales fue de ocho goles

Todo el equipo realizaba un gran trabajo, que se iniciaba con las intervenciones de un iluminado Almeida en portería y que culminaba de manera sine qua non en las mallas de la portería rival. En los minutos finales, el último esfuerzo a realizar por los vallesanos iba destinado a conseguir la máxima renta posible de cara al encuentro de vuelta en Dinamarca.

Pudieron ser más, pero finalmente fueron seis los goles que separaron a ambos conjuntos en la conclusión del partido, gracias al arreón final visitante, con varios tantos rápidos tras gol catalán y un contraataque en los segundos finales.

La eliminatoria se resolverá en el partido de vuelta del próximo sábado en Dinamarca, aunque, sin duda alguna, habrá representante español en la "Final Four" de Nantes si el Granollers consigue administrar su ventaja y desarrolla un juego similar al que le ha llevado a una contundente victoria en el enfrentamiento de ida.

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Sobre el autor
José Ramón Pérez
Periodismo y Comunicación Audiovisual. El balonmano, una pasión.