Esta temporada, Lampre-Mérida cuenta entre sus filas con uno de los corredores con más futuro del panorama ciclista italiano, Niccolò Bonifazio. Con tan solo 21 años de edad, este sprinter ya hizo su debut como profesional el año pasado, con este mismo equipo, consiguiendo unos resultados espectaculares: ganó la Coppa Agostoni, una etapa del Tour de Japón y tres etapas del Tour de Hainan, demostrando que tiene un gran potencial en las llegadas.

Nacido en la región italiana del Piamonte, Bonifazio comenzó a estrenarse como ciclista por las escarpadas carreteras del norte de Italia, lugar por donde transcurren carreras de la talla de la Milán-San Remo y recientemente ha desvelado que ha realizado un entrenamiento  de más de siete horas, un tiempo muy similar a lo que se tarda en completar dicha carrera. Esto hace suponer que podríamos ver a Bonifazio corriendo esta prueba el próximo 22 de marzo y con opciones de brillar.

Además, después de que hace apenas tres días ganase el Gran Premio de Lugano, el ciclista concedió una entrevista a La Gazzetta dello Sport en la que admitía la ilusión que le hacía correr este ‘monumento del ciclismo: "No sé lo que puedo hacer en la Milán-San Remo, pero es la carrera que siempre he soñado. Estaré preparado para correr la París-Niza, donde espero conseguir un buen resultado. La Milán-San Remo transcurre por las carreteras de mi región y conozco cada metro. Espero grandes cosas para el 22 de marzo".

"Roubaix es una carrera mágica"

Por otro lado también ha reconocido que le gustaría acudir a las clásicas del norte de Europa como el Tour de Flandes o la París-Roubaix después de esta primera parte de la temporada. "Me gustan las carreras en Bélgica y tal vez pueda hacer algo allá arriba en un par de años. El año pasado corrí todas pero no estaba en buena forma debido a una caída que me dejó con problemas de rodilla. El Tour de Flandes es una carrera dura y quizá Gante-Wevelgem es más adecuado para mí. Roubaix es una carrera mágica” ha explicado el velocista italiano.

De momento, en lo que va de temporada, Bonifacio ha ganado el Gran Premio de Lugano, ha conseguido un tercer puesto en GP Costa degli Etruschi y ha finalizado tres etapas del Tour de Down Under entre entre los diez primeros. No obstante, el ciclista insiste en que es más que un mero sprinter y que está trabajando para ser más completo.

"El sprint para ganar en Lugano fue el último de mis problemas. En el entrenamiento trabajo la escalada porque es mi punto débil. Es por eso que voy a las dos últimas ascensiones cerca de la parte delantera, para evitar quedarme descolgado. También he empezado a cuidar mi dieta con el nutricionista Iader Fabbri. Ya he perdido un kilo y medio. Solía comer como si estuviera siempre corriendo. Ahora soy más cuidadoso" ha finalizado. 

Por tanto, un ciclista de futuro que ya ha empezado a hacer  grandes cosas y a conseguir grandes resultados. Además, a la vista de sus palabras, la ambición que muestra, unida a su gran potencial, puede dejar a un corredor capaz de estar entre los más grandes en el futuro.